El baloncesto canario se queda huérfano del mayor talento de este deporte nacido en el Archipiélago, con permiso del otro gigante isleño en el mundo de la canasta, el inolvidable Carmelo Cabrera. Sergio Rodríguez, El Chacho, sorprendía ayer con la noticia de su retirada, tras esfumarse como una ligera neblina los rumores que le situaban en la órbita del club de su tierra, el Canarias, a pesar del anhelo del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de verle vestido de aurinegro.
El show del Chachismo ilustrado apagaba las luces y daba paso a un tsunami de mensajes desde todas las partes del mundo para despedir a uno de los grandes, a un jugador que conquistó con su magia y su calidad los corazones de todos los amantes del balón naranja a ambos lados del charco.
Más allá de sus pases imposibles, de su visión privilegiada y de su capacidad anotadora desde todas las distancias, el tinerfeño deja un legado que abarca tres Euroligas, una Intercontinental, cuatro Ligas ACB, cinco Copas del Rey, cinco Supercopas de España, dos VTB United League en Rusia, una Liga italiana, dos Copas de Italia y una Supercopa italiana. Con la inolvidable ÑBA consiguió un oro mundialista; un oro, una plata y dos bronces en el Eurobasket, además de una plata y un bronce en los Juegos Olímpicos, y su doble etapa en la liga profesional estadounidense.
Dentro de los miles de devotos del Chachismo no podían faltar referentes del baloncesto grancanario. El propio Carmelo Cabrera, Roberto Guerra y Óscar Alvarado, exjugadores del Granca, que tuvieron, cómo no, palabras de elogio para uno de los bases más grandes del basket europeo.
Cabrera, quien al igual que Sergio Rodríguez defendió la elástica del Real Madrid y la de la selección nacional, apuntaba lo siguiente: «Me ví reencarnado en el Chacho. Después de tantos años, es el jugador con el que más me he identificado, el que más se ha parecido a mí en todo, mejorándome en todas las facetas y, sobre todo, porque pudo desarrollar su juego en la NBA. Tengo que agradecerle por impartir magisterio de forma increíble, y por hacernos disfrutar de tanta magia que llevaba dentro».
Cambio en el ciclo de la vida
Desde tierras neoyorquinas, Carmelo desvela que no hace mucho mantuvo una conversación en la que el tinerfeño le pregunto que cuándo se había retirado él: «Le dije que a los 38 años. Da la casualidad que él también lo hace a la misma edad y después de 20 temporadas, las mismas que yo jugué; más no nos podemos parecer. Yo no me he identificado con ningún otro base de la selección y no quiero menospreciar a nadie, a gente como Calderón, Ricky Rubio y un largo etcétera de jugadores que han desarrollado su juego en la NBA. Se trata además un hombre muy querido; he recibido muchos mensajes preguntándome la razón por la cual no se retira jugando en el Canarias, pero el quería retirarse en su mejor momento, ganando títulos».
Otra leyenda, Roberto Guerra, recuerda que conoció a Sergio Rodríguez «desde las categorías de base, donde ya se veía que era un jugador con mucha clase, lo vi en algún torneo en Tenerife». «Como profesional tuve la suerte de enfrentarme a él cuando empezó con el Estudiantes y desde el primer momento fui consciente del nivel de calidad y de magia que tenía», rememora el exterior grancanario.
«Con el tiempo todos hemos visto su importancia, no solo a nivel de títulos, sino cumpliendo el sueño de jugar en la NBA y formar parte de una generación legendaria a nivel de selección con Pau, Ricky, Navarro, entre otros. Para todos va a ser un jugador legendario e irrepetible; y para los jugadores canarios en particular ha sido un representante espectacular de nuestro baloncesto», argumenta.
En opinión de Roberto Guerra, El Chacho, en todas las ligas y equipos en los que ha jugado, ha intentado «divertirse, transmitir su magia, jugar con esa alegría y esa fantasía que no es nada común y que ha hecho de él un jugador tan especial». «No considero que se retire pronto, sino que él empezó su carrera temprano, ha conseguido los objetivos que se marcó y tiene esa sensación de que ha cerrado un ciclo», afirma.
Para otro exclaretiano, Óscar Alvarado, como baloncestista canario, considera que «el Chacho ha sido una inspiración para toda la cantera de Canarias, el mejor referente de las Islas, es un orgullo haber podido disfrutar tanto de su carrera».