Dice la historia que la noche del 5 de enero de 1937 un fascista entró a un bar del barrio del Molinarn en Mallorca, y mostró a los presentes un sujetador manchado de sangre. «Mirad, mirad, son los sostenes de Aurora». Así supieron en todo el barrio que Aurora Picornell, una de las dirigentes del Partido Comunista de España (PCE) en Mallorca, había sido fusilada a manos de los franquistas. 85 años después de su muerte, los restos de Aurora Picornell fueron localizados en la fosa común de Son Coletes en Manacor.

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