«El futuro pertenece a los jóvenes, depende de ellos construirlo», decía el expresidente francés, Jacques Chirac. Y es que el voto de las nuevas generaciones es clave para los partidos políticos. No tanto por el voto en sí, sino por lo que representa. En Francia, los jóvenes son los que más se abstienen en unas elecciones. De ahí que los esfuerzos de la extrema derecha francesa en los últimos años se hayan centrado en capitalizar su apoyo con la apuesta por un líder de 28 años, Jordan Bardella, y mediante intensas campañas en redes sociales con vídeos cortos, rápidos y directos destinados principalmente a los votantes de menos edad.
Francia es uno de los países europeos donde más jóvenes apoyan en las urnas a la extrema derecha, aunque no es la opción ganadora entre los partidos. Según los distintos sondeos, La Francia Insumisa fue la opción más votada en las pasadas elecciones europeas e el grupo de edad de entre 18 y 24 años, con un 33% de votos, por delante de Reagrupación Nacional, con un 27%.
«Los discursos de protesta siempre se han dirigido a los jóvenes. Esta es la época en la que buscamos cambiar la sociedad», explica en una entrevista, Bruno Jeanbart, vicepresidente del instituto de estudios de opinión OpinionWay.
El rasgo emocional en cada locución y las apelaciones al «orgullo por la patria» son un gancho para la generación, ya bautizada como la «generación Bardella«. Según los expertos, estos nuevos votantes se perfilan como jóvenes de unos 25 años, que han crecido con el sentimiento de que Francia está perdiendo su identidad y ven cómo la clase media poco a poco desaparece ante la pérdida de poder adquisitivo de las familias.
En un país donde cada vez hay más familias mixtas, algunos se ven reflejados en Jordan Bardella, este político-tiktoker con 1,6 millones de seguidores en la red, descendiente de inmigrantes italianos y ejemplo de una «supuesta» meritocracia. Un joven político que usa el lenguaje de las nuevas generaciones, que no suele entrar al barro en los enfrentamientos televisados, y que se mantiene firme y regio ante su adversario.
«No habla raro, dice las cosas que muchos pensamos y sin discursos con flores (…) No creo que le vote, pero entiendo su éxito», afirma Pierre entre risas sentado junto a sus colegas frente al Panteón de París.
Una estrategia que, por ahora, a Reagrupación Nacional le ha funcionado y le ha ayudado a alejarse de esa imagen caduca, racista y antisemita que desprendía el Frente Nacional. En 2019, el partido de Marine Le Pen solo contaba con el 12% del voto joven, ahora las cifras le dan un 25%, y subiendo. «Mi trabajo era convertir a Jordan Bardella en un fascista agradable y sonriente, para que la gente lo escuchase y se sumase a las ideas de RN», explica el reputado profesional de medios y ‘coach’ Pascal Humeau, y funcionó. Ahora, la extrema derecha parece menos extrema y más derecha.
El deporte francés se une contra la extrema derecha
Desde el pasado 9 de junio, sobre Francia se ha instaurado un ambiente de fin de etapa, de despedida al macronismo, a la vez que aumenta la preocupación por sus buenos resultados. Los sondeos sobre las próximas legislativas siguen manteniendo a la extrema derecha como ganadora (33%), y ante estos vaticinios cerca de 200 deportistas han firmado una tribuna publicada en el medio deportivo francés L’Equipe, en la que piden a los jóvenes votar contra la extrema derecha.
«Está bien que utilicen su influencia, pero estaría mejor que, en vez de pedir que no voten por un partido, se pregunten por qué algunos lo votan», explica otro joven, Jean Marc, al preguntarle sobre qué le parecen las declaraciones del futbolista de la selección Kylian Mbappé, en las que pedía a los jóvenes «votar contra los extremos».
Mbappé sabe de la relevancia del voto joven y es consciente de su altavoz e influencia. Solo en Instagram le siguen 118 millones de personas de todo el mundo, pero en Francia mueve especialmente a los jóvenes de ‘banlieue’; los más desconectados de la política. A sus 25 años, no es la primera vez que el futbolista alza la voz en temas que nada tienen que ver con el deporte, ya lo hizo en junio de 2023 durante las revueltas por la muerte de un disparo de la policía del joven Nahel. «Espero que después del 7 de julio podamos seguir sintiéndonos orgullosos al llevar la camiseta de Francia. (…) No me gustaría representar un país que no representa nuestros valores», afirmó Mbappé el pasado domingo tras ser preguntado por el avance de la ultraderecha.
No es el único, la estrella de instagram en Francia Squeezie (8,8 millones de seguidores) publicó una carta abierta a los jóvenes franceses en la que se puede leer: «Creo que oponerse firmemente a una ideología extrema que propugna el odio y la discriminación va más allá de cualquier posición política».
Históricamente en Francia, los jóvenes han tenido las tasas de abstención más altas en comparación con otras edades. La falta de confianza y la desafección con la política son algunas de las causas. El 59% de los jóvenes de 25 a 34 años no votó en las pasadas elecciones europeas. De hecho, si la abstención fuera un partido político, en las últimas europeas hubiera ganado con casi un 50%.
Ahora, los políticos tienen un claro objetivo para esta campaña electoral exprés hacía las legislativas: hacerse con el voto de los jóvenes y el de aquellos que se abstuvieron el pasado 9 de junio.