«El futuro pertenece a los jóvenes, depende de ellos construirlo», decía el expresidente francés, Jacques Chirac. Y es que el voto de las nuevas generaciones es clave para los partidos políticos. No tanto por el voto en sí, sino por lo que representa. En Francia, los jóvenes son los que más se abstienen en unas elecciones. De ahí que los esfuerzos de la extrema derecha francesa en los últimos años se hayan centrado en capitalizar su apoyo con la apuesta por un líder de 28 años, Jordan Bardella, y mediante intensas campañas en redes sociales con vídeos cortos, rápidos y directos destinados principalmente a los votantes de menos edad.

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