Después de la multitudinaria despedida que le tributó la feligresía humahuaqueña semanas atrás, el sacerdote claretiano Pedro Olmedo Rivero finalmente se despidió de Jujuy para emprender el regreso a su España natal tras una extensa labor pastoral de más de cincuenta años, trayectoria que lo tuvo desde 1993 como obispo de la Prelatura de Humahuaca.

La despedida fue en el marco de una Santa Misa oficiada en la parroquia Santísimo Salvador, Iglesia Catedral de Jujuy, concelebrada por los monseñores Carlos Sánchez, arzobispo de Tucumán, y su obispo auxiliar Roberto Ferrari; Mario Cargnello, arzobispo de Salta; José Díaz, obispo de Concepción de Tucumán; el emérito de Concepción, José María Rossi; Daniel Fernández, obispo de Jujuy; y Félix Paredes, obispo de la prelatura de Humahuaca.

En su homilía Olmedo dio “gracias a Dios por los 52 años de pastoreo en la Quebrada y la Puna” y por “el cariño de la gente en todos estos días” de despedida, y como mensaje para los fieles pidió poner énfasis en “la necesidad de transmitir en la familia los valores de la fe y de la cultura”.

“UN EJEMPLO DE VIDA MISIONERA”

Después de la celebración, el obispo Fernández agradeció “tanta vida entregada y tantísimos kilómetros recorridos por el padre Pedro en su larga tarea pastoral”, la que valoró como “un ejemplo de vida misionera”, a la vez que recordó al obispo Marcelo Palentini, quien fuera “también de gran ayuda para Pedro Olmedo” en su prolífica tarea.

Montado a caballo, el monseñor Olmedo encabezó la caminata “Las huellas evangelizadoras de nuestros sacerdotes claretianos”, en Humahuaca, en ocasión de su despedida. (Prensa Municipalidad de Humahuaca/)

Pedro Olmedo Rivero nació en San Juan de Asnalfarache, Sevilla, España, el 21 de octubre de 1944; fue ordenado sacerdote en la Congregación de los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María el 9 de junio de 1972.

Elegido obispo prelado de Humahuaca el 7 de julio de 1993 por el papa Juan Pablo II, el 25 de septiembre de ese año fue ordenado obispo por el monseñor Raúl Arsenio Casado, obispo de Jujuy, oficiando como co-consagrantes los monseñores Gerardo Eusebio Sueldo, obispo coadjutor de Santiago del Estero, y Moisés Julio Blanchoud, arzobispo de Salta.

Olmedo Rivero tomó posesión de esa sede e inició su ministerio pastoral como segundo obispo-prelado de Humahuaca el 26 de noviembre de 1993, para finalmente presentar su renuncia por edad el 23 de octubre de 2019.

EL RECONOCIMIENTO DE SUS PARES

Previo a la celebración de la Santa Misa en la catedral jujeña Olmedo mantuvo una reunión virtual con los demás obispos del NOA, quienes le expresaron también su reconocimiento por la labor desplegada en Jujuy y en otros ámbitos de la iglesia argentina, como fue su rol como presidente de la Comisión de Ayuda a las Regiones más Necesitadas, en el seno de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).

En el mismo sentido los obispos que integran la CEA enviaron al prelado emérito de Humahuaca, que a los 79 años de edad regresa a su España natal tras cumplir su misión pastoral en el país, una carta de despedida en la que le expresan gratitud y destacan su cercanía con la comunidad prelaticia de Humahuaca, a la vez que confían en que no se olvidará de la Iglesia que lo recibió como “hermano, padre, amigo”.

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