Las drogas son un problema en las carreteras españolas y, por el momento, parece que no se ha encontrado una solución. Solo en 2023, más de la mitad de los controles realizados por la Guardia Civil dieron positivo (52%). Cuatro de cada díez habían consumido cannabis. La cocaína fue la segunda sustancia más habitual pero la que más presencia tuvo en cuanto a la mortalidad: de todos los conductores fallecidos en un accidente de tráfico ese año, el 13% habían consumido coca, una proporción que se ha incrementado un 54% en la última década.

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