Un análisis microbiológico a escala europea, impulsado por varias entidades animalistas, entre ellas el Observatorio de Bienestar Animal (OBA), indica que más del 70% de la carne de pollo que se vende en Lidl contiene bacterias resistentes a los antibióticos. Además, el 38% de las muestras analizadas presentan listeria y el 83% patógenos diarreicos como E.coli y Campylobacter. Según OBA, la alerta ha sido puesta en conocimiento de los Ministerios de Consumo Agricultura.

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