El ambiente crispado de la política, que en los últimos días ha tenido su último episodio, parecía contagiarse en el plató de Espejo Público. La presentadora Susanna Griso tenía que poner fin a un acalorado debate que mantenían los tertulianos, a propósito de las últimas publicaciones y declaraciones de algunos políticos de primera línea, para poder dar paso a Carlos Alsina, periodista y presentador radiofónico de Onda Cero.
Las nuevas polémicas
El ministro de transportes, Óscar Puente, era nuevamente uno de los protagonistas de otro de los encontronazos que vienen teniendo desde hace tiempo algunos dirigentes del país. El ministro respondía a la publicación en redes sociales del periodista Vito Quiles, miembro del partido extremista de Alvise Pérez, Se Acabó La Fiesta, acusándole de mentir y llegaba a calificarle «saco de mierda», por un tuit en el que lanzaba unas acusaciones a Puente.
Esto ha generado multitud de reacciones, entre las que destacaba la de el portavoz del Partido Popular, Miguel Tellado, que pedía el cese del ministro a Pedro Sánchez, por considerar que Puente lleva a la «degeneración» democrática.
Por su parte la portavoz del PSOE, Esther Peña, insinuaría que Miguel Ángel Rodríguez, asesor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, actúa como un mafioso al compararle con Luca Brasi, personaje de la novela El Padrino.
«Predicando en el desierto»
Carlos Alsina se pronunciaba sobre el espectáculo político que dan unos y otros desde hace ya un tiempo. Consideraba el periodista totalmente innecesario ese tipo de comparaciones o calificativos.
Precisamente tanto Alsina como Griso han abogado por la corrección en la política en los últimos tiempos, pero Carlos expresaba su sentimiento de venir «predicando en el desierto sobre este asunto».
«Descalificaciones, insultos, caricaturas…»
Lo razonable sería que no hiciera falta explicar que se realicen este tipo de descalificaciones o comparaciones a la hora de llevara cabo un debate público, argumentaba Alsina.
Estrategia de polarizar
Ambos periodistas reflexionaban sobre las verdaderas intenciones de una parte del Partido Socialista a la hora de insistir en airear los ataques desde la ultraderecha y responder contundente e insistentemente a las mismas.
«Claramente está jugando a polarizar» afirmaba Susanna Griso, que respondía a una pregunta que ella misma acababa de poner sobre la mesa, a cerca de la voluntad del PSOE, poniendo el ejemplo del presidente del Gobierno: «Cuando cita, Pedro Sánchez a Alvise, hasta 8 veces en un mismo día, eso no es gratuito».
Aludía Carlos Alsina a la periodista Carmen Morodo, colaboradora del programa, presente en esos momentos en plató. En la columna de Morodo de este lunes en el periódico La Razón, la periodista, según Alsina, «contaba que hay colaboradores del presidente Sánchez que andan intentando colocar a Alvise en alguna tertulia de algún programa de alta audiencia».
Continuaba analizando la situación el presentador de radio: «Si, si, si, si si. En público se dice que es un problema para la democracia, pero a la vez se intenta que cada vez tenga más presencia y más eco».
EL objetivo que vería Susanna Griso con esa forma de actuar sería la de predicar «contra esa hidra de tres cabezas, pero luego intentamos colocarla en una tertulia para que tenga más visibilidad, y así fragmentamos al Partido Popular».