Segunda vez que se veían en público Carlos Cuerpo, ministro de Economía, y Carlos Torres, presidente de BBVA, tras la opa que lanzó la entidad sobre Banco Sabadell el pasado 9 de mayo. Un encuentro en el que no parecía que los dos tienen posiciones enfrentadas en el proceso de fusión de los dos bancos. Carlos Torres y Carlos Cuerpo manifestaron su “estrecha” relación a pesar de que el Ejecutivo se ha manifestado en contra de la opa hostil. El presidente de la entidad buscaba la aprobación de Cuerpo a la opa en medio de alabanzas a su labor como ministro. 

Carlos Torres, durante la inauguración del XLI curso de la Apie en la Universidad Menéndez Pelayo, dio la enhorabuena al Gobierno “y sobre todo al ministro” por el buen comportamiento de la economía española, “que nos diferencia del resto de Europa”. El presidente de BBVA reiteró la importancia de la colaboración público-privada en muchos ámbitos y pidió a Cuerpo, entre líneas, que esta colaboración también se diese en procesos como el de la opa. 

“Confío en que la misma manera en la que trabajamos muy bien conjuntamente, avanzar en los programas de rural o mayores, podemos avanzar también en estas cuestiones”, apuntó. No obstante, Torres dejó claro que él no quiere pedirle al ministro que cambie su postura sobre el proceso de compra y “menos a alguien con quien tengo una buena relación”. Además, puntualizó que Cuerpo y el Gobierno están “en su derecho de expresar su opinión”.

Por su parte, el ministro de Economía coincidió con Torres en que la relación entre ambos es “estrecha” y que están en contacto “recurrente”. Por ello, pidió diferenciar entre el elemento institucional y el privado. Sin embargo, incidió en que la fusión, aunque es de dos empresas privadas, conlleva unas preocupaciones por las que hicieron una valoración específica de esta operación. También puntualizó que no es quién para dar un consejo, pero insistió en que la posición del Gobierno no ha cambiado. 

El Ejecutivo de Sánchez se ha mostrado en contra desde el primer momento de este proceso, ya que consideran que lleva a una concentración bancaria mayor de la que hay actualmente y que perjudica a las zonas rurales y al colectivo de mayores o incluso al empleo, ya que el proceso de concentración supondría ajuste de plantilla. Pero el Gobierno no puede frenar la operación hasta el punto final, ya que solo puede negarse a que se fusionen. En este aspecto, Banco Sabadell sería propiedad de BBVA, pero actuarían como entidades independientes. En este aspecto, Torres explicó que el escenario que planean es el de la fusión, ya que ven el otro muy poco probable, pero consideran que la otra también tiene “enorme atractivo”.

Torres aseguró, por primera vez, que compartía las preocupaciones del Gobierno sobre el proceso de la compra y añadió que esas preocupaciones están muy claras y están siendo analizadas. “Tenemos que dejar que los organismos realicen su trabajo e iremos viendo a qué conclusión llegan”, puntualizó el presidente de la entidad de origen vasco. En este aspecto, el ministro Cuerpo destacó la fortaleza del sector financiero de España. 

Pero el tema de la opa de BBVA sobre Banco Sabadell no es el único tema en el que parece que acercaron posturas, o posturas más amables. También se preguntó sobre el tema del impuesto temporal a la banca. Un gravamen en el que el sector financiero se ha mantenido en contra de forma radical en numerosas ocasiones. Torres aseguró que su posición era la misma, es decir, en contra, pero matizó que no estaba hablando de los impuestos en general de los que añadió estar de acuerdo. 

“Un impuesto supone un freno y los bancos somos esenciales para la economía”, puntualizó y añadió que el impuesto supone ingresos a las arcas públicas, pero supone menos actividad económica en el medio y largo plazo. En este punto, recordó que la fusión supondría canalizar 5.000 millones de euros adicionales a la economía cada año, pero “con el impuesto sería un poco al revés, un coste mayor al que el sector tiene que hacer frente y habrá menos oferta de crédito”, explicó. 

Ahora mismo, el impuesto continúa siendo temporal por los “beneficios extraordinarios” de la banca debido a la política monetaria más restrictiva del Banco Central Europeo (BCE). Ante esto, Cuerpo explicó que están intentando poner sobre la mesa “una medida equilibrada”. No obstante, en este aspecto, el ministro mantuvo la postura del Gobierno y aseguró que “la medida ha sido un éxito porque hemos conseguido compatibilizar esa aportación del sector para el escudo social”. 

Carlos Cuerpo explicó que cuando se reúne con el sector intenta trasladarles el impacto reputacional positivo. “Estamos en un momento de inicio de elaboración de los nuevos presupuestos donde tenemos que encarrilar la permanencia de esta figura”, señaló. Pero es consciente de que hay que conseguir el apoyo del arco parlamentario para conseguir la permanencia de esta figura y “esperamos que esto pueda llevarse adelante siempre con enfoque equilibrado”.

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