Primera sorpresa de la Eurocopa. Rumanía ha superado con facilidad a Ucrania, una de las selecciones que apuntaba a un papel protagonista en el torneo. Los rumanos han hecho gala de su intensidad y acierto en un Allianz Arena teñido de amarillo y han sacado provecho de la fragilidad de Ucrania con un contundente 3-0.

Bengalas, banderones, abrazos y euforia del lado rumano. El extremo del Parma Dennis Man ha liderado a Rumanía, que ha castigado con severidad las concesiones de una Ucrania sin opción y que no ha podido si quiera aferrarse a las individualidades de sus estrellas, los Mudryk, Zinchenko, Dovbyk y compañía.

El inicio del partido ha estado marcado por el emocionante momento de los himnos. Los futbolistas de Ucrania han salido al campo arropados por la bandera de su país en un precioso homenaje a su país, inmerso en una guerra tras la invasión de Rusia hace más de dos años.

Después del histórico momento, el partido necesitó 30 minutos para romper y lo hizo con gol. Un fallo en la salida de Ucrania en el que Andriy Lunin entregó el balón a Dennis Man en zona de riesgo acabó con el primer tanto de la tarde. El atacante del Parma recogió el balón de Lunin y dejó el balón de cara para un ansioso Nicolae Stanciu que clamaba con los brazos en alto desde la frontal. Man correspondió la llamada y Stanciu hizo el resto con un derechazo directo a la escuadra derecha de Lunin.

Ucrania trató de reaccionar con un par de intentonas lideradas por Mudryk; sin embargo, el peligro se concentraba en los dominios de Lunin. Una diagonal y disparo al palo largo de Man estuvo a punto de poner el 2-0, pero la defensa tocó lo justo para desviar a córner. El saque de esquina volvió a acercar el tanto para Rumanía, que se estampó con el larguero cuando fue a por el gol olímpico.

El paso por el descanso cambió la inercia del choque. Ucrania pasó al ataque y empujó a Rumanía junto a su portería, pero la resistencia y el plan rumano surtió efecto. Los de Edward Iordanescu apretaron los dientes y mostraron una gran fortaleza como equipo que se potenció en el contraataque que terminó de noquear a Ucrania.

Un robo y salida en tromba con Man como referente originó el 2-0. El atacante trazó la enésima diagonal, aunque su regate fue largo y el balón quedó muerto en la frontal. Allí apareció Razvan Marin con un derechazo potentísimo, pero que parecía controlado por Lunin. El disparo supero al meta del Real Madrid y supuso el 2-0 a los 53 minutos.

Ucrania se tambaleaba y la ambición rumana volvió a dar premio. Una vez más, la combinación Stanciu-Man disparó la alegría de los hoy locales en Múnich.

Man volvió a hacer gala de su habilidad y, prácticamente desde el córner, sorteó la oposición ucraniana -muy ingenua en su debut- para introducirse hasta el corazón del área. Ya en la zona de los goles, Man esperó el momento preciso para ceder a Dragus, que solo tuvo que empujar el balón para gritar el 3-0 definitivo.

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