Yolanda Díaz / EP

 Ahora que lo pienso, el problema de Yolanda Díaz es que se creyó que era Yolanda Díaz. Quizá si hubiera tenido más paciencia o más habilidad habría logrado serlo. Tal vez esté a tiempo todavía. Pero deberá descansar un poco y coger carrerilla. No es fácil ser quien se es, llámese uno Celestino Fernández o Aurelia García. Para una caja es fácil ser caja, basta con dejarse llevar. ¿Se es más caja por contener cosas dentro? No. Llena o vacía, una caja es una caja. Las personas, en cambio, pueden fracasar por defecto o por exceso. Yolanda Díaz ha fracasado por defecto, porque no era todavía quien creía ser. El papa ha fracasado por exceso, pues ha tenido que pasar de largo a Bergoglio para ocupar la silla de San Pedro. El punto justo es casi imposible de alcanzar.

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