El pasado martes 28 de mayo, ECD celebró un desayuno informativo en el que reunió a distinguidos expertos de la industria sanitaria en Torre Europa, sede de la gestora internacional Janus Henderson Investors que, gracias a una aceleración en innovación ve grandes oportunidades en el sector salud. Durante el encuentro abordaron cuestiones como por qué es tendencia invertir en este sector, la transformación tecnológica que está experimentando, el impacto de la Inteligencia Artificial y los casos de éxito.

El evento, organizado por Confidencial Digital con el apoyo de Janus Henderson Investors, contó con la participación de su directora de Ventas para Iberia, Martina Álvarez; Ana Pérez Domínguez, directora médica en Astrazeneca en España; Isabel Sánchez Magro, directora médica en Merck en España; y José Luis Portero, director médico de Abbott Diabetes Care en España.

Todos los invitados coincidieron en que nos encontramos en un momento de grandes avances en la medicina, donde la tecnología juega un papel fundamental. Una de las principales conclusiones fue que la colaboración entre diferentes actores del sistema sanitario y la integración de la IA son claves para avanzar.

La visión de futuro incluye una medicina más preventiva, personalizada y accesible, con un sistema sanitario adaptado a las nuevas tecnologías y necesidades de la población.

Desde el punto de vista de los inversores, Martina Álvarez destacó que lo que estamos viendo es “una clara aceleración de la innovación”, y puso encima de la mesa unos datos reveladores. Si entre 2004 y 2008 se aprobaron 121 nuevas terapias y medicinas, entre 2019 y 2023 la cifra escaló a 243, lo que supone un crecimiento de más del 100%. Además, el año pasado se batieron récords con 73 terapias y medicamentos innovadores frente a las 59 que se aprobaron en 2018. El equipo de salud y biotecnología de Janus Henderson, uno de los mayores equipos especialistas y responsable de gestionar más de 12.000 millones de dólares de activos de clientes, reconoce que nunca antes habían visto este ritmo de innovación.

Martína Álvarez, Country Head, Iberia – Janus Henderson. Fotos: CameraValdi.

“Cada vez hay más terapias blockbuster [tratamientos médicos que logran un éxito significativo en términos de eficacia, impacto en la salud pública y rentabilidad económica], que generan ventas de más de mil millones de dólares, por tanto, llegan a un público más amplio y la medicina es más personalizada, abarcando todo tipo de enfermedades: oncológicas, genéticas, alzheimer, obesidad, diabetes, etc”, comentó Álvarez.

Uno de los grandes motores de crecimiento que destacó Álvarez es el envejecimiento de la población. Para 2050, una de cada seis personas en todo el mundo tendrá 65 años o más, una edad que generalmente gasta tres veces más en servicios médicos que las generaciones más jóvenes. En este contexto, España se posiciona como el segundo país más longevo del mundo después de Japón.

Desde Janus Henderson señalan que, aunque el sector salud en general podría beneficiarse del envejecimiento de la población, algunas de las mayores oportunidades de crecimiento podrían darse en las innovaciones dirigidas a las enfermedades relacionadas con la edad (por ejemplo, Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, cáncer y ortopedia).

Añaden que centrarse en estas áreas de crecimiento –y en las pequeñas y medianas empresas que impulsan la innovación dentro de cada una de ellas– podría ayudar a los inversores a aprovechar al máximo el viento de cola demográfico en la salud.

Otro motor de crecimiento es la Inteligencia Artificial. Nvidia, el principal proveedor de potencia de cálculo de IA, afirma que la atención sanitaria representa actualmente sólo alrededor del 1% de su negocio de centros de datos, valorado en 100.000 millones de dólares. Pero se prevé que esa cifra crezca exponencialmente, y que la sanidad se convierta probablemente en la mayor vertical de su segmento de centros de datos dentro de una década.

Los tres médicos también subrayaron la importancia de invertir en salud y bienestar ciudadano y no solo en el tratamiento de enfermedades, e hicieron hincapié en la idea de “prevenir antes que curar”. 

Isabel Sánchez Magro, que cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector y es licenciada en Medicina General y Cirugía y doctora en Medicina, señaló que: “En la última década, hemos sido testigos de un avance sin precedentes en el ámbito de la medicina, mejorando la prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las enfermedades así con en la gestión y la calidad de los servicios sanitarios”.

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Isabel Sánchez Magro, directora médica – Merck. Fotos: CameraValdi.

Se dieron ejemplos de ello y se señaló que “la lectura y evaluación masiva de datos que ofrece la tecnología a través de la IA permite anticipar el diagnóstico. De esto trata la medicina preventiva y predictiva. Se analizan los factores de riesgo y se puede saber con antelación si la persona va a padecer cáncer u otra enfermedad”.

En esta línea, Sánchez Magro mencionó también la secuenciación genómica y las técnicas de diagnóstico molecular como “una gran revolución” relacionada con los factores preventivos. “Somos capaces de evaluar y analizar nuestro genoma y ser capaces de predecir si vamos a padecer una enfermedad. A través del diagnóstico con genómica podemos diagnosticar, monitorizar enfermedades, detectar el riesgo e identificar el target o la terapia más adecuada con el fin de aplicar un tratamiento personalizado”.

Ana Pérez Domínguez, que cuenta con más de 22 años de experiencia en el sector farmacéutico y es doctorada en medicina y especialista en microbiología clínica, se muestra de acuerdo con Sánchez Magro, pero un poco más pesimista: “Todavía esto no es una realidad”, afirma, refiriéndose a la posibilidad de adelantar diagnósticos con las nuevas tecnologías.

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Ana Pérez Domínguez, directora médica – Astrazeneca. Fotos: CameraValdi.

Para ella la clave es la actuación coordinada de todos los actores que forman el sistema sanitario para unificar criterios y datos, por ejemplo, entre comunidades autónomas, y hacer que España sea más pionera en investigación clínica adaptándose a las nuevas herramientas.

El ecosistema sanitario alrededor del paciente lo forman los profesionales sanitarios, médicos, personal de enfermería, farmacéuticos, cuidadores, la familia, el trabajador social… “Todos esos roles que antes no bailaban juntos ahora sí lo hacen gracias a la tecnología”, que permite que todos estén interconectados.

“La salud ya no está en el centro hospitalario, ahora se puede acceder al mejor sistema y mejor profesional sin tener que desplazarse gracias a la telemedicina”, comentó Sánchez Magro.

Por ejemplo, hoy podemos monitorizar signos vitales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de oxígeno en la sangre a través de aplicaciones y wearables. Existe en algunos casos la posibilidad de transmitir estos datos a través de aplicaciones para seguimiento de las enfermedades por parte de los familiares, así como los médicos, quienes también podrían recibir alertas inmediatas si se detecta algún valor anómalo.

José Luis Portero Navío, médico especializado en medicina interna y bioinformática, cree en la necesidad de desarrollar perfiles híbridos que integren tecnología y medicina para impulsar los avances. Ambas especialidades tienen que ir de la mano. “Las máquinas son muy buenas respondiendo, pero no son tan buenas como los humanos haciendo preguntas. La IA es fruto de la inteligencia natural, la tecnología es lo más humano de los humanos”, apunta Portero.

José Luis Portero Navío
José Luis Portero, director médico – Abbott Diabetes Care. Fotos: CameraValdi.

El experto cree que la IA va a empoderar a los pacientes al proporcionarles el control de sus datos sanitarios: “El paciente va a ser propietario de su historia clínica electrónica”. Se trata de una herramienta que facilita la gestión segura y centralizada de la información personal de salud, permitiendo tomar decisiones informadas. También, mejora la interoperabilidad entre sistemas, ofrece recomendaciones de tratamiento personalizadas, corrige errores y actualiza automáticamente la información, promoviendo la participación en investigaciones médicas.

En cualquier caso, Portero Navío afirma que la toma de decisiones clínicas seguirá siendo responsabilidad de los médicos, y la tecnología simplemente servirá de apoyo.

Isabel Sánchez Magro destacó también que, las nuevas tecnologías “han mejorado la eficiencia, la precisión y el acceso a la atención médica, reduciendo la burocracia”, permitiendo “un mejor uso” de los recursos sanitarios y redunda en un beneficio sobre los pacientes con una mejor calidad de los cuidados que reciben. “La tecnología en Salud nos está ayudando para ser más humanos”.

En la última parte del evento, se habló sobre la importancia de los casos de éxito en el sector de la salud. Uno de ellos son las tijeras de edición genética, que permiten cortar y modificar el ADN en lugares específicos del genoma con gran precisión.

Se trata de una herramienta revolucionaria que se utiliza para corregir mutaciones genéticas responsables de enfermedades como la fibrosis quística y la anemia falciforme, así como para mejorar las terapias inmunológicas contra el cáncer.

Se mencionaron asimismo dos proyectos impulsados por IA. El primero está enfocado en agilizar el diagnóstico de insuficiencia cardíaca, que normalmente se detecta con retraso. El análisis de datos ofrece el grado de probabilidad que tiene el paciente de sufrir esta afección. Habrá un robot que llamará al paciente, analizará su voz y dependiendo de cómo conteste será capaz de catalogar el grado de insuficiencia cardiaca. De esta manera, el personal médico se liberará de una buena parte de la carga asistencial.

El segundo es también un robot y se llama Lola. Está diseñado para realizar un seguimiento personalizado de los pacientes mediante la interacción directa, el monitoreo continuo de signos vitales, y el análisis de datos de salud. Lola alerta a los pacientes y médicos sobre cualquier anomalía, mejorando la adherencia al tratamiento y permitiendo intervenciones tempranas.

Mesa
Fotos: CameraValdi.

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