Amparándose en su abultada victoria electoral el 9-J, el Partido Popular Europeo (PPE) reclama una mayor cuota de poder en el reparto de altos cargos de la UE. Además de la presidencia de la Comisión para Ursula von der Leyen y la jefatura de la Eurocámara para Roberta Metsola durante la primera mitad de la legislatura; los populares europeos han pedido limitar a dos años y medio el mandato del socialista António Costa al frente del Consejo Europeo. A partir de junio de 2026, el cargo pasaría a manos de un líder del PPE.
La novedosa reclamación de los democristianos, planteada en el último minuto, complica el acuerdo para renovar la cúpula comunitaria. Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 celebran a esta hora una cena de trabajo para empezar a discutir el reparto de altos cargos y se habían marcado como objetivo lograr una solución rápida. Todas las fuentes consultadas aseguran que en cualquier caso el acuerdo «está cerca».
Los negociadores de las diferentes familias políticas han celebrado encuentros restringidos previos para tratar de acercar posiciones. Pedro Sánchez y el alemán Olaf Scholz representan a los socialistas; mientras que el polaco Donald Tusk y el griego Kyriakos Mitsotakis ejercen de portavoces populares; y el francés Emmanuel Macron y el holandés Mark Rutte actúan en nombre de los liberales.
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De momento, nadie cuestiona a los cuatro favoritos para la nueva cúpula de la UE. Ursula von der Leyen repetiría un segundo mandato al frente de la Comisión Europea; el ex primer ministro portugués António Costa se quedaría con la presidencia del Consejo Europeo; y la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, sustituirá a Josep Borrell como Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. La popular maltesa Roberta Metsola seguirá dos años y medio más al frente de la Eurocámara.
Según el Tratado, el puesto de presidente del Consejo Europeo se elige para un mandato de dos años y medio, que puede renovarse una sola vez. Pese a ello, todos los titulares de este cargo hasta ahora (Herman van Rompuy, Donald Tusk y Charles Michel) han tenido mandatos de cinco años, con renovación casi automática. El PPE reclama ahora acabar con esta costumbre y partir el mandato en dos, según explican fuentes diplomáticas. La primera mitad sería de Costa y la otra mitad se la quedaría un líder popular, que de momento no tiene nombre.
Los populares alegan que están infrarrepresentados en los altos cargos de la UE y esgrimen su contundente victoria en las elecciones europeas. Unos comicios en los que obtuvieron 190 de los 720 escaños en juego, frente a 136 de los socialistas y 80 de los liberales. Ponen como ejemplo que la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) se la han quedado los socialistas con Nadia Calviño, mientras que el próximo secretario general de la OTAN será probablemente Mark Rutte, un liberal.
Los socialistas europeos interpretan que la petición del PPE de ocupar la presidencia del Consejo Europeo durante la segunda mitad del mandato responde a una estrategia negociadora de máximos. Sánchez y Scholz no aceptan limitar de antemano el mandato de Costa y replican que los populares también controlan otros cargos destacados como la presidencia del Banco Central Europeo (con Christine Lagarde) o la dirección del Fondo Monetario Internacional (con Kristalina Georgieva).
Socialistas y liberales sostienen que aunque el PPE haya ganado las elecciones, el reparto de altos cargos debe contar con el apoyo de la ‘gran coalición’ para salir adelante. Y para ello necesita respetar el equilibrio entre las diferentes familias políticas, además del geográfico y el de género.
«Es importante que esto se decida rápidamente. Porque vivimos tiempos difíciles y es necesario saber qué va a pasar a partir de ahora en Europa», ha dicho el canciller Scholz a su llegada al encuentro.
«Todavía estamos en medio de una guerra en Europa. Tenemos muchos desafíos por delante, especialmente en materia migratoria y en cambio climático. Y seguimos necesitando una Europa más fuerte y socialmente equilibrada en el futuro. Con todos estos retos, creo que es importante que tomemos una decisión lo antes posible», ha defendido Mette Frederiksen. La primera ministra danesa se ha descartado como alternativa de Costa para la presidencia del Consejo Europeo (su nombre sonaba en las quinielas.
Por su parte, el primer ministro holandés, Mark Rutte, se ha mostrado convencido de que Von der Leyen logrará un segundo mandato. «Ha hecho un trabajo increíble. Si tomamos como ejemplo la crisis del coronavirus, ella demostró su capacidad de liderazgo. Pero también ahora con Ucrania y en todos los demás temas en los que ha estado involucrada».
Pese a ser el negociador del PP, Tusk ha anunciado que apoyará a la liberal Kaja Kallas como nueva jefa de la diplomacia comunitaria. «Comprende muy bien las realidades ucraniana y rusa y representa la postura que Polonia adoptaría». El primer ministro polaco ha pedido además aclaraciones sobre el «contexto legal» de Costa, que tuvo que dimitir el otoño pasado al aparecer su nombre en un escándalo de corrupción. Aunque no se ha archivado, el caso se ha desinflado y el exprimer ministro portugués no está acusado de nada.
La delegación española ha reiterado su apoyo total a Costa para la presidencia del Consejo Europeo. Además de a la familia socialista, representará a los países del sur. «Por su personalidad y experiencia podría hacer un gran trabajo», explican fuentes gubernamentales.
Las fuentes consultadas restan importancia a que la reunión de este lunes se salde en fracaso. Desde el principio se había previsto como una simple toma de contacto, aunque como los nombres están tan claros se llegó a pensar que sería posible cerrar ya la nueva cúpula de la UE. En todo caso, la fecha límite es el Consejo Europeo programado para el 27 y 28 de junio.