El PP siempre ha tratado con enorme desprecio a los niños y niñas andaluces. Lo llevan en su ADN. Les sale natural. Con aulas a 40 grados, el alcalde del PP de Bailén y portavoz del PP en la Diputación de Jaén, ha llamado “inútiles” a los niños por pedir aire acondicionado en los colegios. A este alcalde del PP, que se subió un 20% su sueldo en enero y que tiene aire acondicionado en su despacho, le da exactamente igual que los alumnos de su municipio soporten temperaturas inhumanas en sus centros educativos. No se puede ser tan miserable. Si tuviese un mínimo de decencia habría dimitido.

Lo del desprecio del PP a los niños andaluces viene de lejos. Hay quien prefiere olvidarlo, otros no lo haremos. Fue Ana Mato, exministra de sanidad del PP, quien dijo que “los niños andaluces son prácticamente analfabetos”, y años más tarde aseguró que “los niños andaluces dan clase en el suelo”. Fue García Tejerina, vicepresidenta de Acción Social del PP, quien afirmó que “en Andalucía un niño de diez años sabe lo mismo que un niño de ocho en Castilla y León”. Moreno Bonilla, hoy presidente andaluz del PP, nunca ha tenido la valentía de defender a nuestros hijos e hijas ante los ataques de sus compañeros de partido. Tampoco le ha llamado la atención al alcalde de Bailén. ¿Para qué?

Moreno Bonilla no defiende ni a los niños andaluces ni tampoco la educación pública. El pasado jueves trece institutos y colegios de Sevilla se plantaron, reclamando medidas contra el calor en las aulas. Es el caso del IES Almansilla, donde entre alumnos y profesores hay 400 personas, con solo dos ventiladores de techo por aula y en algunas clases ni siquiera eso. En el IES Tartessos en Camas los alumnos han hecho huelga varios días por la misma razón, aunque también denuncian el mal estado del instituto, con desprendimientos de azulejos, muros apuntalados, ventanas rotas y aulas en una situación pésima.

Los alumnos del IES Molinillo en Guillena también han protestado a las puertas de su centro con el lema: “Aulas sí, saunas no”. Lo mismo ha sucedido en el IES María Molina, donde estudiantes y profesores se han negado a entrar a clase, porque no funciona la climatización que instalaron.


Cuatro años después de que se aprobase la Ley de Bioclimatización, los alumnos y alumnas siguen soportando temperaturas insufribles en clase que alcanzan hasta los 40 grados. Una situación inhumana que no puede ocultar la publicidad y propaganda de Moreno Bonilla. Y no es algo puntual, porque según CCOO en el 90% de los centros educativos andaluces, no se ha realizado ningún tipo de actuación que permita bajar las tremendas temperaturas.

CODAPA defiende que todos los centros deberían acometer obras para adaptarse a la perspectiva del cambio climático y muestra su preocupación, porque en los patios de muchos centros no hay sombra ni vegetación ni toldos. “Todos los años tenemos casos de niños con quemaduras en brazos y cara por el sol y golpes de calor. Una situación que también afecta al profesorado”, denuncian.

Los destrozos en la educación pública andaluza siguen aumentando con Moreno Bonilla. Ahora eliminará 300 orientadores, que son esenciales para cubrir las necesidades del alumnado y de las familias más vulnerables. Según la Unesco debería haber un orientador por cada 250 alumnos, pero en Andalucía solo hay uno por cada 700 en Secundaria. Y hay colegios donde solo hay un orientador de zona, al que le es absolutamente imposible atender todas las necesidades.

Los sindicatos CCOO, Ustea y ANPE han vuelto a salir a la calle también el pasado jueves, para seguir reclamando el aumento de las plantillas docentes de todos los cuerpos y especialidades, algo que es urgente para la educación pública andaluza. Unas movilizaciones que prevén continuar en otoño.

¿Y qué es lo qué solicitan los sindicatos de enseñanza en Andalucía? Bajar la ratio en los centros; establecer ratios adecuadas en aulas específicas; mejorar la atención a la diversidad con dotación de profesionales de orientación educativa, pedagogía terapéutica y audición y lenguaje a todos los centros educativos y por cada 250 alumnas y alumnos; reducir el horario lectivo del profesorado y mejorar sus condiciones de trabajo, atendiendo a la salud mental y a las necesidades de desburocratización.

Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, en una imagen de archivo. EP


Por su parte UGT, denuncia la elevada supresión de líneas escolares durante este curso, el alto grado de incidencias relacionadas con el deterioro de las instalaciones escolares y el importante retraso de las obras de mantenimiento en instalaciones educativas. Tampoco Moreno Bonilla da respuesta a su demanda de personal sanitario en los centros educativos.

El desinterés de la Junta de Andalucía por la educación pública es manifiesto. Es el caso del IES Las Marinas y del CEIP Gabriel Cara en Roquetas de Mar (Almería), donde la comunidad educativa lleva tres años denunciando que se quedaban sin espacio, mientras Moreno Bonilla no hacía nada y ahora hay un problema de difícil solución para el próximo curso.

También la Junta limitará un línea en el CEIP de Humilladero en Málaga. Un aula menos, un profesor menos y otro de apoyo menos para atender al alumnado con necesidades especiales. Esta es la política contra la despoblación que hace el PP. A Moreno Bonilla le sobran nuestros pueblos. También se cerrarán líneas educativas en el colegio público Prácticas de Huelva, lo que ha provocado la movilización y contestación inmediata de profesorado y AMPA.

El presidente andaluz del PP solo está preocupado por la educación concertada y por el negocio de la Formación Profesional privada. Hoy entrar en un centro público para cursar un grado Medio o Superior es tan difícil o más que en muchas titulaciones universitarias. Hay una gran demanda y una escasa oferta; mientras, proliferan los macrocentros privados de FP. De hecho, la Formación Profesional privada en Andalucía, en el último lustro, se ha incrementado cinco veces más que la pública.

Moreno Bonilla tiene dinero para subirse el sueldo un 19%; tiene dinero para bajar los impuestos a los millonarios; tiene dinero para que la empresa de Piqué gane 7,2 millones de euros con la Copa Davis de tenis; pero no quiere destinar las inversiones necesarias para la educación pública. Sí, el PP insulta a los niños andaluces, en unos casos con declaraciones a viva voz de sus responsables políticos y en otros casos, mediante los hechos, como hace el presidente andaluz del PP destrozando a conciencia la educación pública. ¡Andalucía no merece un presidente así!

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