En un evento lleno de emoción y sorpresas, la leyenda del fútbol francés, Zinedine Zidane, dejó a todos boquiabiertos al ponerse al volante de un Alpine propulsado por hidrógeno antes del inicio de las 24 Horas de Le Mans.

El exfutbolista no solo tuvo el honor de dar el banderazo de salida, sino que también se aventuró en una vuelta de reconocimiento en condiciones climáticas desafiantes, lo que añadió un toque inesperado a una de las pruebas automovilísticas más famosas del mundo.

La jornada comenzó con la tradicional ceremonia de apertura, marcada por la interpretación del himno nacional francés y un impresionante despliegue aéreo por parte de los cazas del ejército, que dibujaron la bandera francesa en el cielo. Zidane, como embajador de Alpine, uno de los equipos locales, se vistió con casco y mono de carreras, preparándose para una experiencia inolvidable.

El Alpine Alpenglow Hy4, el vehículo elegido por Zidane, es un modelo avanzado propulsado por hidrógeno, destacando en el evento no solo por su tecnología innovadora sino también por el mensaje de sostenibilidad que representa.

Zidane condujo con precaución debido a la lluvia y las condiciones resbaladizas del asfalto, demostrando respeto y destreza al manejar el coche en un entorno tan desafiante.

Banderazo de salida

El momento culminante para los aficionados llegó cuando Zidane tomó el micrófono y, con la seguridad de un verdadero profesional, pronunció las palabras: «Pilotos, enciendan sus motores». La multitud, entregada al exfutbolista, vitoreó al unísono «¡Zizou, Zizou, Zizou!» mientras Zidane ondeaba la bandera francesa, marcando el inicio de la carrera.

La 92ª edición de las 24 Horas de Le Mans arrancó como es tradición a las 16:00 horas, con un total de 62 coches en competición. En la categoría Hypercar, el Porsche número 6, líder del Mundial de Resistencia (WEC), comenzó en la pole position.

Sin embargo, el Ferrari número 50, pilotado por Miguel Molina, rápidamente tomó la delantera, seguido de cerca por el Cadillac número 3 de Sébastien Bourdais y otro Ferrari, el número 51, ganador de la edición anterior.

Además de Ferrari y Porsche, Cadillac y Toyota se perfilan como fuertes contendientes en esta edición, que cuenta con la mayor participación hasta la fecha en la categoría principal, con 23 coches de nueve fabricantes diferentes.

La presencia española también fue notable, con Miguel Molina en el Ferrari 50 y Álex Palou en el Cadillac 2, partiendo desde el cuarto y séptimo lugar respectivamente.

En la categoría LMP2, el español Lorenzo Fluxá salió sexto con su Oreca Cool Racing, mientras que en la categoría LMGT3, Álex Riberas, en el equipo Aston Martin-Heart of Racing, y Dani Juncadella, con Chevrolet-TF Sport, comenzaron en quinto y séptimo lugar respectivamente.

Con una pista inicialmente seca pero con pronósticos de lluvia durante la noche, la competición promete ser tan desafiante como impredecible. La participación de Zidane no solo añadió glamour al evento, sino que también destacó el compromiso de Le Mans con la innovación y la sostenibilidad, reflejado en el uso de vehículos propulsados por hidrógeno.

La edición de este año de las 24 Horas de Le Mans no solo será recordada por la competencia feroz y la alta participación de fabricantes, sino también por el inesperado y emocionante rol de Zinedine Zidane, quien demostró que su talento y carisma trascienden más allá del campo de fútbol, llevándolo a las pistas de una de las carreras más prestigiosas del mundo.



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