Con cien partidos de blanquiverde a sus espaldas y sumando, también siendo una vez más decisivo. Entre elogios y felicitaciones escapó Carlos Marín tras el cruce entre el Córdoba CF y el Barça Atlétic en el primer plato del doble pleito durante la final de ascenso a Segunda División en ciernes, que paró inicialmente para dejar un encuentro de altos vuelos en el Estadio Johan Cruyff (1-1), donde el almeriense, a ritmo de paradas e intervenciones de mérito, acabó siendo fundamental. «Estoy muy feliz de llegar a esa cifra en el club. Estoy muy contento, encima jugando un play off de ascenso a Segunda División. Es un sueño para mí, la verdad. Desde el primer día sabía que aquí iban a suceder cosas grandes y ya estamos a un pasito», expresó tras concluir la cita en suelo barcelonés.
Una ida de complejidad
Pese a todo, más allá de la estadística, el almeriense también aprovechó para analizar la crudeza del encuentro, resumido en un intercambio de golpes sin cuartel en el que los de Iván Ania, a excepción de durante los primeros compases, no llegaron a encontrar espacio para ensayar su mejor fútbol: «Sabíamos que ellos tienen mucha calidad, mucho juego por dentro, por fuera también, que iban a tener situaciones de peligro. Honestamente, estoy muy contento con el trabajo de mis compañeros. La eliminatoria está muy abierta y la vuelta es en casa, nos espera un infierno allí, con nuestra gente lo vamos a sacar seguro», apuntó confiado.
«Espero un partido igual de tú a tú, de dos equipos que van a ir a por la victoria, de ver quién coge el control del partido. El factor campo va a influir muchísimo, de cara, con nuestra gente. Los esperamos a todos, animando como siempre», avanzó seguidamente, indicando la próxima propuesta que espera del filial azulgrana, así como la importancia del cordobesismo para lograr el ascenso.
Los deberes hechos
Incidiendo en el aprendizaje extraído tras el primer cruce ante el cuadro dependiente culé, precisamente, el guardameta igualmente lanzó un mensaje de ambición, huyendo de favoritismos y augurando un cruce al que llegarán con la lección aprendida: «Ya no hemos medido de tú a tú, ya sabemos lo que nos vamos a encontrar. Ajustaremos de la mejor manera y entonces el equipo va a responder mejor aún que hoy para llevarse la eliminatoria», aseguró.
«Sabíamos que teníamos que no cometer ningún error y al final, por un detalle, han tenido una situación de área y han empatado», lamentó en torno al cierre del encuentro, por último, señalando el camino de la solidez defensiva como clave para vivir un feliz desenlace en tierras cordobesas.