La victoria de la roja frente a Croacia dejó al vestuario español más que satisfecho y eso se veía en las caras de los jugadores durante el entrenamiento de esta tarde, ya en el SV Aasen, en Donausenchingen, en plena Selva Negra. Solo se ejercitaron los suplentes en una sesión suave, mientras que el resto se quedó en el gimnasio haciendo trabajo específico y de recuperación. Entre ellos, también lo hicieron  Álvaro Morata y Rodrigo Hernández, como era de esperar, y Aymeric Laporte.

A pesar de que el seleccionador Luis de la Fuente dijo el viernes que el internacional de origen francés estaba para jugar, sigue sin arriesgar y sin saltar al césped en los entrenamientos. Parece que las molestias musculares, persisten en Laporte, como el hermetismo y secretismo a su estado físico, algo que solo hace que alimentar especulaciones sobre su vuelta. Fuentes de la RFEF aseguran que se va a intentar que el central del Al-Nassr llegue al próximo partido contra Italia.

Por otro lado, la miradas también estaban puestas sobre Álvaro Morata y Rodri. El primero sufrió un fuerte golpe en la pantorrilla, que le asustó e hizo que inmediatamente pidiera el cambio. El centrocampista del City notó unos calambres y alguna molestia, nada importante, pero se prefirió prevenir, más todavía cuando el partido estaba más que encarado.

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La selección española regresó ayer al mediodía desde Berlín a la Selva Negra, donde seguirá concentrada en su campo base para preparar el partido contra Italia. Los internacionales quieren aparcar la euforia porque tienen la experiencia del pasado Mundial, cuando empezaron goleando a Costa Rica (7-0). A partir de hoy, la roja se ejercitará cada mañana hasta el miércoles, cuando se desplazará a Gelserkirchen por la tarde, donde se enfrentará el jueves a los de Spalletti



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