La guerra de Gaza sigue causando graves estragos. Este sábado, ocho militares israelíes murieron en una explosión durante una operación en Rafah, al sur de la franja palestina. Se trata de la jornada con más bajas en las filas de Israel desde enero. Tras conocerse el ataque, Hamás reivindicó el ataque.
Unas 35.000 personas han fallecido y, al menos, 124 siguen cautivas en manos de Hamás. Entre ellos, están Eitan y Iair Jorn, hijos de Itzik Jorn, un argentino que emigró a Israel en el año 2000, y que este domingo en ‘Fin de Semana’ ha contado el calvario que está viviendo desde el pasado 7 de octubre del año 2023.
«Nada te prepara para una situación así», ha admitido, en primer lugar, a Cristina López Schlichting, y considera que la única forma en la que puede ayudar a sus hijos secuestrados por Hamás es «ir por el mundo, entrevistarme con quien haga falta, para pedir la liberación de los rehenes».
«Si tener de secuestrado a un bebé de 9 meses o a un anciano de más de 80 años, gente que no son militares, que son civiles que fueron sacados de su casa en pijama y en pantuflas en el mejor de los casos, no es violación de los derechos humanos, ¿entonces que sí lo es?», se ha preguntado.
Siete meses sin tener noticias de sus hijos
Itzik ha explicado que tiene tres hijos: Iair, Amos y Eitan; el primero, de 45, y el último, de 37, son los desaparecidos. Ha contado que estaban en kibutzs distintos en el momento del secuestro. «El hermano más joven lo fue a visitar, porque era un fin de semana largo. Ahí se los llevaron, junto a otros 75 rehenes que sacaron del kibutz», ha relatado.
Desde noviembre no tiene noticia de ellos. Ha admitido que al principio les dijeron que estaban desaparecidos. «Te imaginas que para un argentino como yo, que le digan que su familia está desaparecida es un puñal en el estómago», ha confesado. Posteriormente, el ejército les confirmó que estaban secuestrados y las primeras noticias de ellos tras ser tomados como rehenes fue el pasado mes de noviembre, momento en el que salió el primer grupo de liberados, conformado fundamentalmente por mujeres y niños.
«Ahí recibimos las dos noticias más importantes: que los vieron y que no estaban heridos», ha asegurado. Sin embargo, ha recordado que se trata de información correspondiente a noviembre de 2023. Desde entonces, siete meses después, no ha sabido nada.
Ha explicado que la casa estaba «totalmente saqueada» y robaron todo lo que pudieron. Sí ha dejado claro, parece ser, que la puerta «estaba abierta», pero no «violada», lo que significa que no hubo violencia, a diferencia de lo que sí ocurrió con otras familias.»Yo no entiendo que en el mundo haya quienes puedan identificarse con Hamás, es una organización terrorista», ha estallado el padre de los dos desaparecidos.
Por otro lado, ha confesado que lo único que espera es que el teléfono suene y le avisen de que sus hijos «han sido rescatados o liberados». De momento, esto todavía no ha ocurrido, pero Itzik no baja los brazos: «Seguimos en la lucha». Pese a todo, sí ha trasladado su mayor temor: «Lo peor es que nosotros no sabemos quién está con vida».
Itzik va a participar este domingo en Barcelona en una concentración para pedir la liberación de los rehenes y contra ese creciente sentimiento antisemita que parece estar rebrotando en Europa. En último lugar, este argentino ha dado las gracias «por seguir manteniendo en el orden del día el tema de los rehenes, porque lo peor que podemos hacer es que nos olvidemos de esto ni intentemos normalizar una vida que no va a ser normal hasta que los rehenes no vuelvan«, ha concluido.