La nueva Diputada del Común en Canarias, Lola Padrón Rodríguez, es la primera mujer que ocupa este cargo en 40 años. Ha tenido que dejar su afiliación al PSOE, donde ha militado toda su vida, por imperativo del cargo. Ella se define ahora como independiente y tiene entre sus compromisos cambiar la legislación para crear la figura del mediador que pueda resolver las quejas entre la ciudadanía y las administraciones.
Es la primera mujer en ocupar el cargo en 40 años. ¿No se ha tardado demasiado?
40 años son muchos años y creo que han habido muchísimas mujeres que podrían haber desempeñado el cargo igual en la Diputación del Común, porque mis predecesores no lo han hecho mal, unos mejor que otros. Yo tengo mis preferencias, y lo dejo ahí. Pero la institución ha tenido una trayectoria que igual lo podía haber hecho una mujer, por lo que sí es verdad que aún hay elementos que impiden que, con normalidad, las mujeres podamos acceder a determinados cargos. Hemos roto un techo de cristal, evidentemente, y eso lo que significa es que se abre el camino para instituciones que estaban vetadas. Para mí es una anomalía democrática clara.
Tampoco hay una presidenta del Gobierno canario ni una de España…
En todos los gobiernos todavía se resisten los llamados poderes inviables, que cada vez son más visibles, y ahí están haciendo un papel fundamental las asociaciones de mujeres, como las que trabajan con la violencia de género, que es un mal endémico y refleja por qué esta sociedad no avanza en igualdad. O sea, cuando un hombre mata a una mujer es evidentemente reflejo de la sociedad patriarcal que aún sigue dando sus últimos coletazos. Nosotras no vamos a parar y desde la Diputación, en este sentido, yo no voy a parar. Evidentemente estoy trabajando al cien por cien.
¿Cuáles son sus retos de legislatura?
Estamos con un proyecto muy novedoso e innovador como es la escuela de ciudadanía. Ya hay un asesor trabajando en ello conmigo. A la Diputación la conoce todo el mundo, pero ¿realmente todo el mundo sabe para qué funciona? Por lo tanto, para mí es fundamental construir desde la base. Y estamos con ese proyecto de la escuela de ciudadanía, que tendrá su sede en La Palma, al igual que el Estatuto de Autonomía dice que la sede de la Diputación del Común está en La Palma.
¿Pero en qué va a consistir esa escuela?
Pretende dar a conocer la institución a la ciudadanía. Hemos comenzado a gestar el proyecto y plantearé las líneas maestras cuando tenga la memoria en la que trabajamos. Solo llevo dos semanas en el cargo. Y con respecto a aquellos colectivos más vulnerables tenemos que atajar la brecha digital entre colectivos que no tienen acceso a medios telemáticos e intentar resolver, o por lo menos que se vaya actuando, respecto a esta brecha digital que lo que hace es que la ciudadanía se aleje de la administración. Si tú no te puedes acercarte a la administración por medios telemáticos, pues al final lo que pasa es que desistes y ves una administración lejana, y ahí sí que se pone en riesgo todo el sistema, inclusive, para mí, el sistema democrático por falta de credibilidad y es una de las cuestiones para poder avanzar en igualdad.
¿Qué otros proyectos se ha marcado?
En lo que quiero implicarme es en el cambio de legislación, que ya tiene años, introduciendo la mediación entre la diputación y las administraciones, porque no nos olvidemos que la diputación no forma parte del Gobierno, sino es una institución que transmite las quejas y el sentir de la ciudadanía. Y, por lo tanto, nuestro objetivo es resolver mediando con la administración aquello que la administración no es capaz de resolver, para que la figura del diputado, en este caso diputada, se convierta en una figura conciliadora las entre administraciones y la ciudadanía para resolver determinadas cuestiones. Que no se enquisten.
El antiguo Diputado del Común, Rafael Yanes, decía que él había hecho muchas sugerencias en políticas sociales, en justicia social, pero que al Parlamento no le había hecho caso. ¿Usted cree que le van a hacer caso, que esa forma de mediación será más efectiva?
Yo cuando hablo de mediación hablo de cómo acercar la ciudadanía a la administración y crear un instrumento que ya está dando resultado en otras comunidades autónomas, como la andaluza, que está ya dentro de la ley. Para mí lo importante es resolver los problemas que se plantean. Le puedo dar un dato. En lo que llevo se han planteado 182 quejas en servicios sociales, lo que he podido ver hasta ahora, y el 90% son de la Renta Canaria de Ciudadanía. Si nosotros nos pudiéramos sentar con la Administración, con el Colegio de Trabajadores Sociales, que ya hemos tenido una reunión con ellos, pues se pueden plantear soluciones de estructura, porque no puede ser que todo el mundo esté equivocado. Para mí el concepto de mediador tiene mucho que ver con lo que en el futuro debe hacerse: de mediador, educador, de canalizador, y de canalizadora en mi caso. Y no es hablar como de una figura sino de equipo. Cada vez que se han hecho y se ha tenido reuniones como con la Plataforma de Educación, con los trabajadores sociales, con Cruz Roja, gente del equipo va con la diputada en este. Entonces más trabajo en equipo.
Un cargo del PSOE, ahora independiente
Usted siempre ha sido del PSOE y con cargos de relevancia…
Ya no lo soy, pero lo he sido.
Eso se queda en el corazón.
(Silencio)
El anterior Diputado del Común fue muy crítico con el propio gobierno del PSOE, partido del que él también provenía, pero al convertirse en Diputado del Común, se vuelven independientes. ¿Va a hacer usted algo similar? En su caso le será más fácil con un gobierno de CC y PP.
Nosotros somos un equipo de la Diputación y lo que haré es trabajar en las líneas que estamos planteando y en ese camino estoy. Yo seré crítica pero hay que ver cada caso. No es lo mismo un caso que lleva enquistado mucho tiempo y hay que hacer la crítica, pero en los casos en donde se pueda mediar y conciliar se hará. Y no soy una política, soy una canalizadora. Soy la Diputada del Común y lo tengo bien claro, y nadie me va a torcer en ese camino.
Dependencia
¿Hay solución para la dependencia, uno de los caballos de batalla en la anterior mandato?
Como le dicho llevo 15 días y hay 182 quejas abiertas y la mayoría a la de la Dirección General de Servicios Sociales. Hay que ver por qué se producen, si hay otras quejas en otras áreas o a nivel general. No puedo sacar una conclusión en tan poco tiempo . Quiero ser prudente como defensora de la ciudadanía.
Vivienda
Otro de los problemas es la vivienda ¿tiene algo en la cabeza al respecto?
Creo que la escucha activa es muy buena y en este periodo no puedo tomar decisiones, por tanto hacer una escucha activa responsable y tomar contacto con los sectores. Eso es lo que estoy haciendo ahora.
Crisis migratoria, los menores
Una de las cuestiones que se ha planteado desde la Diputación del Común es la crisis migratoria, sobre todo la llegada de menores…
Me preocupa muchísimo el tema de menores y después de la pandemia la sociedad tiene muchísimos problemas que se ponen sobre la mesa, y desde luego el tema de la inmigración no es un problema, es un fenómeno que hay que abordar desde diferentes áreas. La Diputación no plantea soluciones, sino lo que hace es tener el contacto con la red de las personas migrantes, con aquellos colectivos que trabajan por ellos, que nos presenten cuáles son sus preocupaciones y cuáles son dudas. Por lo tanto, pues en ese sentido vamos a ser un organismo canalizador de todo lo que hay y mediador.
En su toma de posesión dijo que había que había que modernizar el Estado de Derecho y recuperar la confianza de los ciudadanos. ¿A qué se refiere exactamente?
Pongo el ejemplo de Servicios Sociales. Para mí la estructura de Servicios Sociales no está respondiendo y es evidente, porque el mismo diputado saliente dice que se va frustrado. Entonces, evidentemente, estamos dando soluciones puntuales a cuestiones puntuales. Quizás hay que revisar las estructuras.
Lo decía porque la confianza de los ciudadanos está un poco mellada y se ha notado en la alta abstención en las elecciones europeas: seis de cada cuatro canarios no fueron a votar.
No voy a hablar de elecciones. No me corresponde.
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