Segundo día de Eurocopa, 15.00 horas y el partido que puede dictar buena parte del destino del grupo A. Suiza, veterana en estas situaciones, ha aprovechado la siesta de Hungría, que ha tardado 60 minutos en despertar y no ha reaccionado a tiempo para levantar el 0-2 inicial de los helvéticos.

Después de la goleada de Alemania a Escocia, Suiza y Hungría llegaban a Colonia con más que tres puntos en juego. 12 minutos y Suiza, que rozó la semifinal en la última Eurocopa, intimidó a Hungría con la primera puñalada.

Aesbicher tiró de escuadra y cartabón y correspondió el desmarque de Duah, que de primeras y sin contemplaciones abrió la cuenta de Suiza con una definición de caño a Gulacsi. Bandera arriba y fuera de juego hasta que el VAR corrige y pone el 0-1.

El tanto se convirtió en una montaña para Hungría. Los de Marco Rossi deambulaban mientras Suiza manejaban el choque a su antojo. Suiza aprovechó su momento y no especuló.

Xhaka, Aesbicher y compañía se multiplicaban entre líneas y generaban superioridad, Hungría miraba y los de Yakin fueron al cuello. Vargas acarició el 0-2 tras un fallo estrepitoso de la zaga, aunque el estirón en el marcador tuvo que esperar.

Al filo del descanso Aesbicher encontró el hueco. El centrocampista de la Atalanta recibió en el balcón del área, halló el hueco y, otra vez con precisión cirujana, colocó su disparo junto al palo para el 0-2. Imposible para Gulacsi.

El paso por el descanso no cambió la inercia del partido, pero sí la hora de partido. A los 60 minutos, cuando se rondaban las 16.15 horas de la tarde, Hungría despertó y cambió por completo la realidad que se respiraba en Colonia.

Hungría, con Szoboslai como principal argumento, cargó el área con insistencia hasta el 1-2 de Varga, que se resarció tras fallar en varias intentonas.

Con un solo gol de distancia, Hungría rondó el empate, pero Suiza se hizo fuerte y supo volver a esperar a su momento. 15 minutos bastaron para Embolo, que a la contra y de vaselina, puso el 1-3 definitivo.

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