La arquitectura andaluza traspasa fronteras y edifica el mundo. José Morales y Sara de Giles se han llevado el Primer Premio FAD Internacional, un reconocimiento a su diseño del Lumen Learning Center, realizado para la Universidad de París-Saclay. «Estamos encantados a pesar del duro trabajo y de tener que coger aviones directos a Francia. Han sido jornadas muy largas e intensas, pero los usuarios han quedado muy contentos», reconoce De Giles, orgullosa por el galardón recibido, pero sobre todo porque el centro sea tan utilizado. «La mejor satisfacción que se puede llevar un arquitecto es haber proyectado un lugar centrado en las personas», cuenta emocionada horas después de conocer la noticia.
Los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo fueron fundados en 1958 por el arquitecto Oriol Bohigas. Los concede la asociación ArquinFAD del Fomento de las Artes y del Diseño (FAD) en el mes de junio y se dirigen a personas, entidades o instituciones que hayan presentado, antes del 1 de febrero, obras terminadas durante el año anterior en la península ibérica y las islas.
Y en 2013 se instauró el Premio FAD Internacional para las obras construidas en todo el mundo por estudios con sede central en territorio español, y ellos han logrado el de 2024. «Es muy prestigioso, de los más antiguos de Europa y posiblemente del mundo para obras de arquitectura y diseño interior», asegura la premiada.
La construcción del edificio finalizó el 26 de julio de 2023, hace casi un año, y desde su inauguración está cumpliendo con su cometido: «Es un honor que este centro de recursos universitarios esté siempre lleno». Confiesa a este medio que sienten una gran emoción «cuando los estudiantes quieren reservar espacios para trabajar».
La influencia de su formación andaluza
Para estos arquitectos sevillanos, el hecho de ser andaluces los dos ha sido determinante por su formación y todo lo que han aprendido durante su etapa profesional. Aunque también consideran que en la comunidad autónoma y en España hay mucho que mejorar en cuanto a ayudas y reconocimiento.
«Nos ha influido en la manera de pensar en los umbrales de la arquitectura», explica De Giles, nombrando aspectos como el zaguán o la optimización de la luz. «Esa manera de protegernos y manejar al luz es algo innato que hemos aprendido del sur, y hemos sabido extrapolarla a una ciudad europea», describe. Esa ha sido una de las claves. «El jurado supo valorarlo y confiaron en nosotros», asegura la arquitecta a El Correo de Andalucía, del mismo grupo editorial que Diario CÓRDOBA.
Hay mucha diferencia de los presupuestos que se asignan en Andalucía con respecto al norte y otros países
Aunque este origen no trae todos los beneficios que a un profesional de su sector le gustaría tener. «Se acusa mucho la diferencia de los presupuestos que se asignan en Andalucía con respecto al norte, y más aún con otros países. Tenemos mucho que avanzar», lamenta.
«Es importante invertir en la calidad de la construcción y los materiales. No hay que ahorrárselo porque los costes de mantenimiento y la huella de carbono son menores y también la pérdida energética», explica esta sevillana con doble nacionalidad española y francesa.
Apunta también que «la arquitectura española siempre es muy admirada en Francia y el resto de Europa a nivel artístico y técnico gracias a la formación que recibimos». «Hay un gran reconocimiento», apunta, «hubo un presupuesto muy alto a pesar de tener 8.000 m²».
Un concepto diferente de edificio
Sara de Giles cuenta que haber diseñado el edificio Lumen Learning Center no ha sido un proceso normal. «Tiene un mérito especial porque ya de por sí es difícil proyectar un edificio centrado en las personas y hacerlo con una normativa extranjera», destaca la arquitecta, pero sorprende también que «no tiene prácticamente aire acondicionado». Un concepto muy francés.
Explica la premiada que en el país galo «tienen tan asumido hacer una arquitectura sostenible que está mal visto ponerlo en los edificios». A cambio, este espacio de la Universidad de París cuenta con zonas denominadas «colchones térmicos». Autorrefrigeración y autocalefacción, mínimo gasto energético e inversión en calidad, las claves para De Giles.
Precisamente el jurado ha tenido en cuenta para otorgarle el premio a José Morales y a ella que sea un edificio abierto y permeable, con continuidad espacial, naturaleza, luz y espacios que invitan a realizar actividades públicas.
Se encuentra ubicado entre la avenida principal del campus y la zona residencial universitaria, con una estación de metro cercana, dos amplios graderíos, plantas para trabajo, oficinas o tener silencio, un área de lectura, una galería o un aparcamiento subterráneo.
No es el primer premio que reciben
La Universidad de París convocó un concurso internacional para seleccionar el mejor perfil. En 2016 se asociaron con arquitectos locales (Beaudouin architectes, con Laurent y Emmanuelle Beaudouin al frente) y se presentaron, logrando ganar el concurso. «Fue un subidón de alegría», rememora.
En 2017, antes de construirse la obra, cuando «solo era un dibujo», el proyecto tuvo otro reconocimiento a nivel nacional, ganando el primer premio de un concurso para arquitectos españoles en el extranjero convocado por el Colegio Superior de Arquitectos.
Ahora la intención de Sara de Giles y José Morales es presentar su creación a concursos para proyectos construidos en Francia y otros internacionales. «Todo es una constante investigación», asegura. Diseñar en libertad para seguir ejerciendo la arquitectura que les gusta: una amable y con espacios de relación entre personas.