Los sorprendentes hallazgos de un grupo de investigadores sobre el desarrollo de las anémonas de mar sugieren que un estilo de vida depredador moldeó su evolución, y tuvo un impacto significativo en el origen de su sistema nervioso. Esto indicaría que los primeros animales marinos fueron depredadores y no filtradores, como las esponjas que viven en los océanos actuales.

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