Yolanda Díaz arrinconó a Izquierda Unida en la candidatura de Sumar para las elecciones europeas, y eso ha provocado que IU se haya quedado fuera de la Eurocámara por primera vez de la Eurocámara desde 1987. El emblemático Manu Pineda pierde su escaño en Bruselas, lo cual ha agudizado el escozor en el partido, donde han comenzado a levantarse voces en favor de volver a unirse con Podemos.
Sumar es un magma en estos momentos. La dimisión de Yolanda Díaz como líder ha provocado un movimiento sin precedentes en el nuevo partido y en el espacio en el que está integrado. Ahora, todo es incertidumbre en ese periodo de “reflexión” interna que se ha abierto y en el que se mezclan intereses y fórmulas a distintos niveles.
Una idea gana peso entre los partidos que integraron la candidatura: a partir de ahora, debe haber mayor igualdad entre ellos, y las negociaciones tienen que ser de “tú a tú» para lograr ese frente amplio.
IU no ha entrado en la dirección
La corriente de Izquierda Unida que apostaba por “la bilateralidad y la coalición” con Sumar, es decir, establecer una alianza similar a la que mantuvieron con Podemos exclusivamente para concurrir juntos a las elecciones europeas, quedó desactivada semanas antes de los comicios del 9-J.
La posición mayoritaria, que se impuso en el seno de la organización durante la celebración de la Asamblea Federal, fue que no iban a ser “espectadores”, sino que participarían en el proceso de “construcción” del nuevo espacio plurinacional, aunque sin detallar su grado de implicación.
Por el momento, aplazaron la decisión de si finalmente entrarían o no en los órganos de dirección del partido de Díaz -que ha reservado a otras formaciones sólo un 30% de los puestos-, con el argumento de que entonces la “prioridad política “era la campaña de las Europeas.
Supeditaban la concreción de su posición a la conversación que mantendrá con Yolanda Díaz su nuevo coordinador general, Antonio Maíllo.
Unirse a Podemos si se quedan sin escaño
Ahora, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes internas de la coalición de izquierdas, sectores de IU están presionando a Sumar para que Jaume Asens (que iba en el puesto número 2 de la lista) renuncie al escaño en favor del número 4 Manu Pineda.
Argumenten que los Comunes han quedado en Cataluña por detrás de Podemos en las Europeas, lo que les obliga a hacer ese “sacrificio”. Sin embargo, fuentes del espacio político señalan que la pata catalana de Sumar no está dispuesta a doblar el brazo.
El nivel de tensión es tal que, según las mismas fuentes, los interlocutores de IU han amenazado al portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón, con unirse a Podemos si no les hacen hueco en Bruselas, algo que les ha dejado fuera del acceso a las subvenciones a los partidos políticos.
El cuarto puesto, la opción “menos mala”
En sectores de IU resurge ahora con fuerza el profundo malestar que provocó que, en la elaboración de la lista para las elecciones europeas, el equipo de Yolanda Díaz les ofreciera el cuarto puesto, pese a ser una de las organizaciones que más implantación territorial sigue teniendo dentro del proyecto plurinacional.
Tras una intensa una reunión de seis horas, se decidió aceptarlo, en vez de concurrir en solitario con su propia papeleta, por considerarlo el escenario “menos malo”, aunque criticando que no era la posición que merecían.
La cúpula del partido trató de quitar hierro a la polémica por la negociación de la candidatura europea, limitándose a destacar que su representante en la misma, Manu Pineda, sería la “voz de la solidaridad internacional, de la lucha por la paz” y de la “defensa” del pueblo saharaui y de las víctimas del “genocidio israelí” en Gaza. Sin embargo, finalmente el representante de Izquierda Unida ha quedado fuera de la Eurocámara.
IU realizó una campaña electoral propia
Hay que recordar que IU anunció el pasado mes de abril que aceptaba la propuesta de Sumar de concurrir en conjunto a las elecciones europeas dentro de una candidatura en la que ocupó el cuarto puesto de la lista. A pesar de ello, la formación de Enrique Santiago optó por realizar una campaña electoral propia.
La decisión, tomada en una asamblea de la Coordinadora General de IU, contó con el voto a favor del 68% de sus miembros, mientras que el 30% se decantó por oponerse a integrarse en la candidatura para el 9-J y el 2% restante se abstuvo.