En un momento de extrema dificultad para el espacio a la izquierda del PSOE y en pleno proceso para volver a articularse, el principal partido de la coalición electoral de Sumar, IU, se advierte de la necesidad de estar preparados ante un escenario incierto y ante la posibilidad de que Pedro Sánchez adelante las elecciones generales en los próximos meses, en caso de que la situación catalana se convierta en un factor de bloqueo para el Gobierno.
La dimisión de Yolanda Díaz de su máxima responsabilidad en el partido Movimiento Sumar llevó a asumir la principal petición de las formaciones aliadas: que su organización pasara a ser un «actor más» en la mesa de partidos donde a partir de ahora se deberán tomar las decisiones en la izquierda, frente al modelo de Sumar aprobado hace tres meses, donde el poder decisorio recaía en un 70% en el equipo de la vicepresidenta de Gobierno. El paso atrás fue celebrado por Más Madrid y por IU, donde reclaman además avanzar en ese «espacio de encuentro» para dar una estabilidad a esta opción electoral, sin perder de vista la posibilidad de que el presidente de Gobierno convoque unas nuevas generales antes de fin de año o en los primeros meses de 2025.
Dirigentes destacados de la formación creen que esa posibilidad no puede descartarse «hasta que se resuelva la situación en Cataluña«. Las mayorías endiabladas del Parlament catalán abren un escenario donde Salvador Illa podría ser president con el apoyo de Comuns y ERC. Esta semana, el socialista Jaume Collboni ha ofrecido un pacto a los republicanos para entrar al gobierno municipal de Barcelona, y el Gobierno central ha ofrecido una «financiación singular» a este territorio, una de las dos condiciones que puso ERC junto al referéndum. Pese a los intentos de lograr el favor de Esquerra, las tensiones internas del partido republicano no permiten dar por hecho el acuerdo, y asoman a Cataluña a una repetición electoral. Una situación que no descartan en IU.
PNV VE LA «TENTACIÓN» DEL ADELANTO
El partido de Antonio Maíllo ve dos momentos a superar para asegurar la continuidad del Gobierno. El primero es la formación de un gobierno catalán con Illa al frente o, en caso de que ERC no ceda, una repetición electoral. El PNV ha advertido en los últimos días de la posibilidad de que Sánchez haga coincidir un adelanto de elecciones generales con esta cita con las urnas en otoño. El presidente, advirtió Aitor Esteban esta semana, «puede tener la tentación de hacer jugada doble, y que en Cataluña salga también y ya reforzado».»Ya no descarto nada«, continuó. Un aviso que en IU no pasan desapercibido.
El segundo factor es el efecto en la política nacional que tendrá la foto que quede en Cataluña. La dependencia del Gobierno de los siete votos de Junts hacen que una parte de su agenda legislativa pase por el partido de Carles Puigdemont. Y esto conlleva otra derivada, según alertan en IU, y es que los posconvergentes tumben los Presupuestos Generales del Estado para 2025, obligando al Gobierno a una segunda prórroga de las cuentas, después de que tuviera que renunciar a las de esta año por el adelanto electoral catalán. Este supuesto sería la segunda prórroga presupuestaria de una legislatura en la que el Gobierno no habría logrado aprobar ningunas cuentas. Una situación, creen destacadas voces de IU, que dejaría la legislatura «comprometida», con un Ejecutivo que «no puede gobernar». Una situación que relacionan directamente con el adelanto electoral por parte de Sánchez.
Este horizonte obligaría a Sumar a acelerar sus pasos para conformar un modelo de organización en la izquierda que comience ya a rodar y esté preparado para afrontar un escenario electoral. Sin embargo, esta percepción no está extendida dentro de la coalición de izquierdas. Los ministros de Sumar trabajan con el horizonte que, aseguran, se maneja dentro del Gobierno: el de una legislatura de tres años más, como se ha esforzado en trasladar en los últimos días el presidente de Gobierno.
En el partido Movimiento Sumar enfrían esta tesis, y apuntan a que «no existen causas políticas» para un adelanto electoral. Aunque Sánchez podría aprovechar el debilitamiento a su izquierda para crecer a su costa, difícilmente lograría una mayoría para revalidar el Gobierno. «Sánchez toma decisiones audaces, pero no suicidas«, señalan dirigentes destacados del partido Sumar. Esta misma semana, Yolanda Díaz explicó su salida defendiendo que el objetivo de su paso atrás como coordinadora de su partido era dedicarse más al Gobierno y, en último lugar, «para ganar las próximas elecciones generales» y permitir un nuevo Ejecutivo progresista. Un escenario que sin embargo no contemplan en el corto plazo.
En Más Madrid tampoco dan demasiada viabilidad aesta opciónn. Aunque «nada es descartable» con Pedro Sánchez, en la formación madrileña cuentan con una duración de al menos un año y medio o dos de legislatura. Consideran que es poco probable que el dirigente ponga en riesgo el Gobierno de coalición en unas generales donde no está asegurado, y defienden que esa medida sería «una irresponsabilidad».