Quien haya visitado en alguna ocasión la vertiente pirenaica quizá haya podido, con algo de suerte, contemplar una de las aves rapaces más majestuosas que reinan en los cielos de la península ibérica: el quebrantahuesos. Un animal fascinante por su comportamiento y que, hasta hace unos días, también surcaba, en solitario, la provincia de Teruel y Castellón.
En lo alto del Maestrazgo, el ejemplar bautizado como Masía falleció a causa del impacto con un aerogenerador. Y Sabino, con quien fue liberada en 2022, pereció debido al choque con un tendido eléctrico a los cuatro meses de su puesta en libertad.
Este trágico acontecimiento, que se suma al constante debate sobre el impacto medioambiental de las energías renovables en zonas rurales de extremo valor natural por su fauna, solo agudiza el mismo, pues urge tomar medidas que permitan alcanzar un equilibrio entre nuestras necesidades y los entornos que requieren una protección total. Porque, en caso contrario, por mucha energía limpia que obtengamos, quizá estemos pagando un precio demasiado alto por ella.