Luis de la Fuente se presentó en la sala de prensa «muy feliz. Este grupo es insaciable en el trabajo, en la mejora. Somos una gran familia, pero con los pies en el suelo. Es un golpe de moral muy importante. Pero cuando deje de atenderos, estoy pensando en Italia». El seleccionador apostó por la mesura, frente a la euforia que ha levantado esta victoria: «Mi trabajo es transmitir lo que pasa en casa, dentro de la concentración. Y mandamos el mensaje de máxima prudencia. Vamos a necesitar ser mejores en el próximo partido. Nos gusta que la afición se ilusione y que el país se ilusione, pero somos muy dados a la euforia y hay que frenar eso porque acabamos de empezar». 

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