El pasado martes, Arabia Saudí sufría la primera derrota como local en 13 años en las eliminatorias para un Mundial. Jordania asaltó el Al -Awwal Stadium donde se celebró la última Supercopa de España. Un triunfo con valor doble, porque aupó a los actuales subcampeones de Asia al liderato final del grupo G. Mientras que el fútbol jordano vive una época dorada, el proyecto millonario saudí no ha despegado.
El fútbol es para la economía saudí un eje estratégico, incluido en el plan Vision 2030 que pretende hacer al país menos dependiente del petróleo y que tiene como meta final la organización del Mundial 2034. El desarrollo de la estrategia tiene dos ejes. Por un lado, hacer que la liga local esté entre las 20 más competitivas del mundo, para lo que han fichado innumerables estrellas como Cristiano Ronaldo. Por otro, desarrollar el fútbol local en todas sus dimensiones.
Jordania supera a Arabia Saudí en el grupo de clasificación
Para comandar el proyecto de la selección masculina, Arabia Saudí fichó en agosto de 2023, en pena vorágine de fichajes para el campeonato local, al italiano Roberto Mancini. Lo hizo con una maniobra que le permitió hacerse con los servicios del ex del Manchester City o Inter de Milán después de que éste se desvinculase del combinado nacional italiano, con el que tenía contrato hasta 2026. Mancini firmó hasta 2027 con el objetivo básico de clasificar a Arabia Saudí al Mundial de EEUU y México.
Era solo la primera meta de una hoja de ruta que tuvo como primera gran prueba la Copa Asia celebrada este año en Qatar y que se adjudicó la selección local, anfitriona del pasado Mundial. Arabia Saudí fue eliminada en octavos de final por Corea del Sur, a la que derrotó Jordania en semifinales (2-0) para confirmarse como la gran revelación del torneo. En la final, ‘los bravos’, como se conoce al cuadro jordano, perdieron ante Qatar (1-1) en una polémica final en la que recibió hasta tres penaltis en contra.
Con todo, los hombres que consiguieron la plata continental fueron recibidos como héroes en un país que hasta 2004 no había estado en la Copa Asia y nunca ha estado en un Mundial que ahora tiene más cerca. Entre los ejecutores de la proeza está Karim Malouche, preparador físico de la selección de Jordania.
«Torneos como la Copa Asia, los Mundiales o la Eurocopa suelen traer sorpresas, independientemente de la tradición o los recursos financieros de un equipo. Por ejemplo, en 2004 Grecia sorprendió a todos al ganar la Eurocopa. Este año nos tocó dar la sorpresa a nosotros en Asia. Podíamos haber sido campeones si a Qatar no le hubieran concedido tres penaltis», reflexiona el miembro del ‘staff’ de Jordania en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del mismo grupo editorial.
Del motín a ser subcampeón de la Copa Asia
La selección de Oriente Próximo ocupa el puesto 74º en la última revisión del ranking FIFA, pero con el triunfo frente a Arabia Saudí seguirá con su progresión. Varios nombres propios son importantes para entender el desarrollo del fútbol en Jordania. El primero, Hussein Ammouta, exseleccionador de su país, Marruecos, quien ha logrado el liderazgo del grupo no sin esfuerzo.
Durante la Copa Asia, después del triunfo ante la Irak del español Jesús Casas (2-3), Ammouta sufrió un motín en su contra liderado por Hamza Al-Dardour, la estrella del equipo y máximo goleador en la historia del país. Rompió los códigos de conducta con su técnico y fue expulsado de la concentración. La actuación del ‘staff’ del que forma parte Karim Malouche consiguió sofocar la revuelta de un jugador que no supo asumir su suplencia y que incluso tuvo que ser expulsado durante el encuentro contra Tayikistán tras encararse con Ammouta.
El grupo ha pesado sobre las individualidades, por eso Malouche atribuye el éxito de la selección «a la disciplina, la constancia y a una organización impecable». Otra de las figuras importantes en este proceso es Samar Nassar, secretaria general de la Asociación de Fútbol de Jordania, nadadora que compitió por Palestina en los JJOO de Sídney 2000 y por Jordania en Atenas 2004. Nassar fue futbolista y directora ejecutiva del Mundial sub-17 que el país de Oriente Próximo acogió en 2016.
El trabajo de Jordania frente a Arabia en el fútbol femenino
«Esta generación será el ejemplo para los jóvenes de Jordania», dijo orgullosa Nassar, quien contribuyó en el campo, y ahora en desde las oficinas, al desarrollo del fútbol femenino, donde Arabia Saudí está depositando grandes esfuerzos. Así lo demuestran movimientos como el fichaje de Lluis Cortés, ex del Barça o de Ucrania, como seleccionador.
Pero el español ha tenido que trabajar desde cero en un país que acogió este año la WAFF Women’s Championship, el torneo que enfrenta a los equipos del oeste asiático y que volvió a ganar Jordania, poseedora de seis títulos. Lo hizo después de derrotar, entre otras, a las saudíes. Mientras que la selección jordana debutó en 2005 a saudí lo hizo en 2022.
En este apartado el vecino ‘modesto’ también le saca ventaja a Arabia Saudí. Así como en categorías inferiores, donde los jordanos también han mejorado prestaciones frente al entramado de academias que tiene el estado árabe, con el objetivo de criar la generación que competirá en el Mundial 2034.
«En Jordania contamos con una liga profesional competitiva y que he visto crecer desde que me uní a la JFA (federación jordana) en 2017. Es un honor para mí haber contribuido a mejorar la preparación física de la competición. Difundir la importancia de este aspecto ha llevado a la mayoría de los equipos a invertir en este tipo de rendimiento», comenta Malouche, quien reivindica el carácter emocional del fútbol de este país.
Objetivo de Jordania: clasificarse para el Mundial 2026
«El pueblo jordano vive y respira fútbol. Obviamente, después de un éxito histórico como este, solo recibimos comentarios positivos. Sin embargo, no debemos dormirnos en los laureles y esperar que todo salga bien. Tenemos que seguir avanzando. La constancia es crucial«, asegura con ambición el preparador físico de la revelación de Asia.
Malouche espera que en el futuro se den más casos como el de Mousa Tamari, extremo derecho que salió de la liga local y ahora milita en el Montpellier francés. Porque el objetivo es claro: «Jugar por primera vez un Mundial en 2026». Una meta valiente posible gracias a un grupo comprometido, con muchos menos recursos que la vecina Arabia Saudí, «pero que demuestra que todo en el mundo del fútbol es posible».