El PSOE navarro aprobó ayer junto a EH Bildu, Geroba Bai (filial del PNV) y la coalición Contigo-Zurekin (integrada por Podemos, IU y los Verdes) una moción presentada en el Parlamento de Navarra cuya exposición de motivos describe a la Monarquía como una institución «corrupta» e incompatible con la democracia.
También ayer mismo, el PSOE balear se abstuvo en la votación de una propuesta de PP y Vox en el Consell de Mallorca que pedía nombrar hija predilecta de la comunidad a la princesa Leonor. La abstención socialista y del PI, y el voto en contra de Més, permitió el rechazo de la propuesta, que necesitaba el voto a favor de 3/4 partes del pleno.
Ambas tomas de posición se producen a apenas cinco días de las celebraciones por el 10º aniversario de la coronación de Felipe VI, que tendrá lugar el próximo miércoles 19 de junio.
El PSOE ha calificado de «bulos» las noticias que informaban de la votación en el Parlamento navarro. Se escuda para ello en el dato de que el PSOE sólo ha votado a favor del primer punto de la moción, que defiende «los valores republicanos», y no del segundo, que da apoyo a las manifestaciones antimonárquicas que tendrán lugar este fin de semana en varios puntos de España.
Se escuda también en las palabras del portavoz del PSN antes de la votación. «Leyendo la exposición de motivos», dice el portavoz, «cualquier cosa que no sea una república es un sistema corrupto, patriarcal y antidemocrático, y alguna cosa más que también se ha incluido. Yo lo de patriarcal no se lo voy a negar, pero creo que reducir el resto a blanco o negro en función de cómo se organice el Estado no es lo más ajustado a la realidad y a la verdad«.
El PSOE se escuda, en definitiva, en la tesis de que la defensa de los valores republicanos no es incompatible con la realidad de una España cuya forma de Estado es la monarquía parlamentaria.
Y eso, siendo cierto, también es retóricamente engañoso. Porque aunque la exposición de motivos de una moción no tenga valor jurídico, sí lo tiene político, y no cabe alegar que el voto supone un apoyo sólo al punto aprobado, haciendo abstracción de la exposición de motivos que lo ampara. Especialmente cuando el autor de la moción es un partido de ultraizquierda cuyo rechazo de la monarquía es frontal y no cabe por tanto una interpretación benevolente de sus intenciones.
Si la actitud del PSOE fuera sincera, si la única intención de los socialistas hubiera sido la de dar un apoyo retórico a los «valores republicanos», ¿por qué da su «sí», en vez de abstenerse, a una moción cuyo sentido político, dado el contexto en el que se produce esta, dado el autor y dada la fecha, es inequívoco?
Es más, ¿son compatibles los valores republicanos del PSOE con una moción que acusa a la Corona de corrupción y de ser incompatible con la democracia? De hecho, una correcta interpretación de esos valores republicanos habría obligado al PSOE a abstenerse en la votación, dado que los valores de la república que defiende el socialismo no son los de la república de parte que defienden sus socios de ultraizquierda.
Muy similar es el caso mallorquín. ¿Por qué impedir con su abstención la declaración de hija adoptiva de Leonor si, de acuerdo con la propia tesis del PSOE, los valores republicanos pueden ser defendidos sin contradicciones en la Monarquía actual? ¿Por qué abstenerse si se puede votar a favor sin comprometer esos valores republicanos?
Es legítimo sospechar, por tanto, que el PSOE pretende jugar a dos barajas frente a las celebraciones por el 10º aniversario del reinado de Felipe VI para no quedar fuera de juego frente a sus socios, pero tampoco frente a sus votantes constitucionalistas y, si no partidarios, sí respetuosos con la Monarquía y con la forma de Estado votada masivamente por los españoles en 1978.
Un partido de Estado no debería permitirse este tipo de artimañas fraudulentas. Tampoco deberían permitírselo los españoles.