Sustituir la fuente de la plaza de los Luceros por una réplica hecha con materiales más resistentes, algo que el alcalde de Alicante ha asegurado que se hará «tarde o temprano», podría no ser tan fácil. Y es que, pese a la voluntad del gobierno local de resolver de una vez por todas el conflicto por el deterioro de uno de los emblemas de la ciudad, el ejecutivo que dirige Luis Barcala podría encontrarse varios obstáculos por el camino: desde la complejidad técnica del proceso hasta la tramitación necesaria al tratarse de un Bien de Relevancia Local.
Como cada mes de junio, el monumento de Bañuls que preside Luceros vuelve a ser objeto de polémica por su estado de deterioro, con numerosas grietas y manchas en buena parte de sus esculturas. Algo que ha reabierto el debate sobre si el disparo de mascletás en la céntrica plaza puede ser la principal causa de los daños en el monumento, que data de los años treinta.
Ante este debate, el alcalde, Luis Barcala, restó importancia hace unos días a las «heridas» de la fuente, al considerar los técnicos que eran «normales» y abrió la puerta a resolver el problema de una vez por todas en el futuro: «Se puede rehacer con materiales más modernos y adecuados que resistan mejor el paso de los años, la humedad, el tráfico y las inclemencias del tiempo. Que no quepa la más mínima duda de que, tarde o temprano, a lo largo del tiempo, lo abordaremos», aseguró.
Moldes «imposibles»
No obstante, para poder ver materializada esta intención, el equipo de gobierno deberá superar algunos obstáculos. En primer lugar, la enorme complejidad técnica. Los especialistas que llevaron a cabo la penúltima rehabilitación de la fuente, con Luis Díaz Alperi al frente del Ayuntamiento, ya trataron de elaborar moldes de la fuente para, en un futuro, poder reproducir aquellas piezas que fueran necesarias. Un proceso que pudieron completar con las dos albercas (que ya fueron remplazadas), los caballos y algunas piezas menores. Sin embargo, hubo una parte del monumento que no pudo ser replicada. Se trata de la zona superior de la columna central, coronada con cuatro figuras femeninas en cada uno de sus lados. Y es que esta parte de la fuente no estaría hecha originalmente con moldes, como el resto, sino esculpida directamente sobre la estructura, lo que hizo imposible la realización de un modelo en aquel entonces.
Pese a que ahora, con una superior y más moderna tecnología, ese escollo podría ser más sencillo de resolver mediante herramientas láser o similares, el Ayuntamiento aún tendría que superar un segundo impedimento: los trámites. La fuente de Levante (nombre con el que se bautizó al monumento) es un Bien de Relevancia Local y, por lo tanto, cualquier tipo de actuación de estas características requeriría de una autorización específica para ello de la Conselleria de Cultura. Un trámite especialmente complejo dado que, fuentes del departamento autonómico consultadas por este diario, no recordaban ningún otro caso en la historia en el que se hubiese replicado un monumento sin que este hubiera sido destruido por el mero hecho de hacerlo más duradero. En cualquier caso, al menos por el momento, la obra de Bañuls seguirá siendo objeto de discordia cada mes de junio.
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