Celebradas las elecciones europeas y constituido el nuevo Parlament, ya no hay más margen para seguir aplazando el debate. ERC tiene por delante algo más de dos meses en los que tendrá que decidir si asume el coste de pactar con el PSC la investidura de Salvador Illa o si se arriesga a una repetición electoral de consecuencias imprevisibles. El límite es el 25 de agosto. Ante esta disyuntiva, en los últimos días se han significado varias voces en contra de pactar con los socialistas. Pero también hay dirigentes a favor del acuerdo. Crece el debate interno en el partido sobre qué hacer ante la investidura.

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