Las monjas clarisas del Monasterio de Belorado (Burgos) han explicado que desde hace días no pueden acceder a varias cuentas bancarias dado que el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha tomado el control de las mismas, «bloqueando de esta forma el acceso al fruto del trabajo diario», y han señalado que se plantean contratar seguridad privada porque el «revuelo mediático parece haber creado un todo vale» que ha desembocado en «lanzamiento de petardos y botes de humo de madrugada, gritos e incluso intrusiones en el perímetro de la clausura».
De esta forma han expuesto su situación actual las monjas clarisas en un mensaje publicado en redes sociales, del que se hace eco Europa Press, que se han visto «obligadas» a publicar para detallar la realidad que viven y «no parece de interés para los medios de comunicación».
En este sentido, las religiosas han expresado «no poder entender» que una declaración pública y expresa de abandono de la Iglesia conciliar «no tenga el efecto inmediato de la exclusión del ámbito de aplicación del Código de Derecho Canónico». «La prudencia no parece haber regido el obrar de las entidades bancarias, que parece haberse guiado más por la confusión mediática que por la lógica y la legalidad vigente«, han considerado.
En todo caso, las monjas de Belorado han señalado que Iceta ha tenido «mucho cuidado» al elegir estas cuentas, en tanto en cuanto aquellas desde las que se tienen que realizar los pagos periódicos para zanjar las obras del monasterio de Orduña «no parecen ser de su interés».
Para las religiosas, esta realidad tiene como consecuencia directa la imposibilidad de comprar desde los productos básicos para mantenerse, como el alimento y los materiales de cuidado de las hermanas mayores, hasta la materia prima para la elaboración de nuestros productos de chocolate, alimento para los animales de nuestra granja doméstica, pago de nóminas y demás pagos para mantener a flote el monasterio.
En esta perspectiva, también han explicado que el arzobispo de Burgos, que detenta el control de las cuentas corrientes, pretende que le soliciten a él su dinero, «lo que supondría, de facto, el reconocimiento de la legitimidad de la usurpación».
«Pero lo cierto es que nuestros empleados se están viendo impelidos a ir al obispado de Burgos, a reclamar lo que por derecho les pertenece», han expuesto las monjas de Belorado en su comunicado, en el que también han asegurado que se han planteado contratar el servicio de seguridad privada para garantizar su integridad física y la conservación del patrimonio.