Moncloa y Ferraz tratan de evitar posicionamientos públicos que interfieran en el complejo proceso de investidura en Cataluña. Sus mensajes se limitan a trasladar confianza en la investidura de Salvador Illa por ser la “única mayoría posible” y a respaldar las decisiones que tome el PSC subrayando que goza de total autonomía. “Tenemos que tener precaución”, zanja uno de los colaboradores del presidente del Gobierno para añadir que su forma de ayudar a Illa es que “no se interprete que decimos algo a favor o en contra”. Sin embargo, fuera el radar, el Ejecutivo sí ayuda a las negociaciones en las materias que le competen, como en lo relativo a la condonación parcial de la deuda a Cataluña.

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