Manuel Palomino no comunicó en 2022 a la Guardia Civil, actuante en nombre de la Fiscalía Anticorrupción y que le reclamaba toda la información disponible, que el millón y medio de mascarillas servidas por la trama de Koldo García eran fraudulentas. A continuación, Francina Armengol elevó incomprensiblemente al autor del camuflaje a director general del Ib-Salut, y en el escándalo investigado por la Audiencia Nacional cada vez cuesta más distinguir entre la simultaneidad casual o la conexión causal.