La demolición de las escaleras situadas frente a la fachada principal de San Patricio sigue generando polémica en Lorca. Tras las quejas de vecinos y asociaciones varias, este viernes el Partido Socialista anunciaba, a través de su portavoz, Diego José Mateos, la convocatoria de una comisión de investigación para aclarar lo sucedido.
Así las cosas, Mateos calificaba la decisión de acometer la obra de «nefasta», argumentando que el templo presentaba este elemento arquitectónico desde 1751. «Aunque han sufrido diversas intervenciones a lo largo de los años, siendo su última modificación en el año 1996, estaban mucho antes», abundaba Mateos. Asimismo, el socialista acusaba al equipo de «saltarse todos los trámites legales».
«Ante los hechos ocurridos y considerando lo previsto en el artículo 134 del Real Decreto 2568/1986 por el que se aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, vamos a forzar la celebración de una Comisión extraordinaria y urgente, contando con las firmas de todos los concejales que formamos el Grupo Municipal Socialista, así como con el portavoz de IU-AV-Podemos» anunciaba el portavoz socialista.
«Parece que la obra carece de los estudios, informes y autorizaciones necesarios para respaldar la lamentable decisión de suprimir y demoler la mencionada escalinata«, acusaba Mateos, que terminaba señalando que si a raíz de la comisión se pudiera intuir «algún tipo de infracción penal que esté relacionada con el posible daño a las escaleras originales y que afecte al patrimonio histórico artístico de bienes protegidos», acudirán a la justicia.
Con todos los premisos
Preguntada al respecto de las acusaciones de Mateos Rosa Medina, concejala de Fomento y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Lorca afirmaba que el Consistorio contaba con todos los permisos necesarios «desde antes de Semana Santa». «Las afirmaciones que se están haciendo están muy alejadas de la realidad, así que acudiremos a la comisión y dejaremos claro todo lo sucedido», abundaba la concejala.
En este sentido, explicaba el proceso seguido para obtener las autorizaciones pertinentes que consistió, en primer lugar, en la redacción por parte de los servicios municipales de un informe analizando la viabilidad de la obra. Dicho documento se remitía posteriormente a la Comunidad Autónoma, que aprobó la intervención al ser una estructura independiente del edificio original. «En los restos, que se encuentran perfectamente custodiados, no hay ningún sillar, únicamente materiales de construcción modernos. No obstante, seguirán guardados hasta que el señor Mateos quede satisfecho», expresaba.
En cuanto a la motivación principal para efectuar la obra Medina reseñaba que, con los diversos arreglos de calles que se contemplan en el Casco Histórico para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones, lo que se buscaba principalmente era «agilizar el tráfico todo lo posible».