El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso es la serie de moda en la Bundesliga, la que todo el mundo ha devorado (y disfrutado) en una temporada para enmarcar. Sin embargo, el Stuttgart de Sebastian Hoeness pide paso en Alemania con un gran papel que los puede llevar de vuelta a la Champions tras 14 años de espera. Por el camino, han conseguido un récord histórico.
El equipo de Baden-Württemberg está firmando una campaña sensacional. Terceros con 60 puntos, van camino de ‘comprar’ su billete para la competición reina de clubes tras 14 años sin participar y, salvo sorpresa, cerrarán la Bundesliga por delante de equipos de mucho nivel como el RB Leizpig o Borussia Dortmund. De hecho, pueden terminar segundos, ya que el Bayern de Múnich suma los mismos puntos que ellos (60).
De rozar el descenso el año pasado a puestos de Champions. Este auténtico ‘subidón’ no se podría entender sin su arquitecto, Sebastian Hoeness, que ha hecho el Stuttgart un equipo competitivo en el Mercedes-Benz Arena, y aún más importante, lejos de su casa. Son el tercer equipo que más puntos ha conseguido a domicilio (27), los mismos que el Borussia Dortmund y consiguieron un hito histórico con su victoria en la visita a Dortmund (0-1).
Con este triunfo, el Stuttgart logró por primera vez en su historia ganar cinco partidos consecutivos fuera de casa. Ganaron al Borussia Dortmund (0-1), Hoffenheim (0-3), Wolfsburgo (2-3), Darmstadt (1-2) y Friburgo (1-3). El equipo además acumula diez jornadas sin conocer la derrota, un 2024 arrollador donde ha sumado 26 de los últimos 30 puntos posibles.
HOENESS, EL ARQUITECTO
«Me gusta su forma de jugar. Es uno de los mejores equipos de la liga. Hay algunos paralelismos con nuestro estilo. Es bonito que haya equipos en la Bundesliga que jueguen así», destacaba Xabi Alonso del Stuttgart. Un gran elogio para el equipo de Hoeness, que tiene consignas muy claras: mover al rival de lado a lado para crear espacios. ¿Cómo? Juntando pases, abriendo el juego, tendiendo trampas para que adelante sus líneas y otorgando mucha amplitud y profundidad a sus extremos. Atacan los espacios con mucha fe y generan movimientos de ruptura de manera constante.
En su primera temporada, Hoeness ha conseguido que aquellos que vibraron con el Stuttgart de Champions de la temporada 2009/10 sueñen con volver a la mejor competición de clubes del mundo la temporada que viene. Ese equipo, que cayó en octavos de final ante el Barça, reunió a grandes jugadores como Cacau, Hleb, Khedira o Tasci, entre muchos otros, que fueron los grandes ídolos de toda una generación. Ahora, Guirassy, Silas, Millot o Anton, aunque la lista de grandes jugadores que tiene Hoeness en plantilla es mucho más extensa, buscarán lo mismo. ¿Lograrán convertirse en los grandes nombres de un Stuttgart que vuelva a saborear la magia de las noches europeas?