MADRID, 12 (CHANCE)
Tras haber sido expulsada de la convivencia con el resto de sus compañeros en ‘Supervivientes’, Arantxa del Sol ha encontrado la alegría en Playa Limbo donde está recuperando poco a poco su esencia. Durante esta semana la mujer de Finito de Córdoba se ha convertido en una de las protagonistas del concurso estando mucho más presente y haciéndose escuchar. «Aquí he hablado de cosas de las que no pensaba hablar, me he relajado, no es territorio enemigo» le reconocía a sus nuevos compañeros.
Aunque durante su paso por el concurso parecía que había encontrado en Ángel Cristo un aliado, durante esta semana Arantxa ha cambiado de opinión reconociendo que el hijo de Bábara Rey está haciendo su propio show: «No tiene bien la cabeza, no la tiene bien» sentenciaba al respecto. A pesar de sus aparentes diferencias, Arantxa sí que guarda buen recuerdo de sus amistad con Aurah: «Os prometo que me encantaba conversar con Aurah, ella es serena, tranquila… y luego se transformaba. Pero ella es más coherente de lo que pensaba».
Además de sus compañeros, Arantxa también se ha atrevido a hablar de su marido, Finito de Córdoba, que viajará a Honduras la semana que viene para reencontrarse con ella. Protagonizando una conversación de lo más subida de tono con sus compañeros, la concursante dejaba claro que su marido «lleva contento 25 años» haciendo referencia a que su vida sexual es plena.
Feliz de ver así de natural a su madre, Lucía aseguraba desde plató que esa es la verdadera esencia de su madre que no se había visto hasta ahora. En cuanto a la relación de sus padres, la joven reconocía que en casa actúan como si tuviesen 15 años por lo ‘empalagosos’ que pueden llegar a ser. Como hija, Lucía está viendo que estas semanas también están siendo complicadas para su padre ya que esta es la primera vez que están separados durante tanto tiempo.