En las anteriores seis visitas a París, el Barça sólo había ganado una vez: el 1-3 de los cuartos 2014-15. Sólo había ganado con Lus Enrique en el banquillo. Como si el Parque de los Príncipes fuera un estadio maldito, inexpugnable para los azulgranas, pese a la flojita historia historia europea del PSG. Luis Enrique, de nuevo, fue testigo del renacer del Barça de Xavi. Del denostado Barça de Xavi, el único equipo de cuartos que ha ganado a domicilio.