Neymar protagonizó a ojos de la afición blaugrana una de las grandes traiciones de la historia del club. Corría el verano de 2017, a pocos días del inicio oficial de la temporada, cuando el futbolista brasileño hizo las maletas para irse al PSG previo pago de los 222 millones estipulados en su cláusula de rescisión, una cifra que aún a día de hoy sigue siendo el traspaso más alto que se ha pagado en el fútbol.