Jon Rahm no acabó satisfecho ni mucho menos su vuelta en Augusta. En zona mixta dijo el vasco: «Lo que más he tenido que mejorar ha sido no hacer los ‘tripateos’. Ha sido mala suerte; el viento pone el campo complicado para ciertos golpes que he hecho bien pero han acabado mal. El campo estaba difícil por la lluvia, pues el agua se acumulaba en las zonas bajas de las calles y si había que jugar desde ahí era complicado controlar el vuelo de la bola. Ha sido una pena el 17 y el golpe desde el tee del 18. El mejor momento como campeón ha sido la ovación en el 12. Estoy lejos pero queda mucho…»

Luego comentó el vasco: «El otro día, en la Cena de Campeones, Bernard Langer recordó que por muy mal que se jugara el primer día, con una buena remontada el viernes las opciones de triunfo siempre estaban abiertas, pues lo importante es poder jugar el fin de semana. Por eso ahora mi objetivo es sellar una buena segunda vuelta para poder optar al triunfo».


Sergio García vistió colores llamativos…

Por su parte Sergio García declaró: «Ando como si hubiera estado doce rondas con Mike Tyson en un cuadrilátero. Son cosas que pasan aquí, y me han pasado ya tantas veces… Una ráfaga de viento que te coge y así es complicado dar un golpe. Mi capacidad mental si te la cuento… He tenido fortuna de meter el putt del hoyo 13, pero he acabado los últimos siete hoyos como un zombie. Mi cuerpo estaba aquí pero mi mente estaba en otro sitio, no sé ni cómo lo he conseguido. No es una cuestión física ni mental, es un sentimiento de aquí, cosa de Augusta».

Txema Olazábal afirmó: «Bueno, un poco difícil con el viento. Aparte de eso, el campo de golf se estaba jugando un poco más fácil en el sentido de que los greens eran más suaves, más receptivos. Pero el viento, ya se sabe que por aquí el viento es un factor enorme y es muy difícil controlar la dirección. Y eso es lo que ha hecho este día un poco más complicado. Por lo demás, he encontrado el campo un poco más largo pero similar a los días de prácticas. El agua que ha caído se ha notado claramente en los greens. De tee a green se ha jugado prácticamente igual, un pelín más largo porque la bola no corría como los otros días».