La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera argentina, convocó a su segunda huelga general contra el Gobierno de ultraderecha el 9 de mayo. Su consejo directivo resolvió a su vez realizar un acto el 1 de mayo y sumarse a la manifestación convocada por las universidades nacionales el 23 de abril, en defensa de la educación pública, severamente cuestionada por el presidente Javier Milei.