El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener los tipos de interés de la zona euro sin cambios pese a la moderación de la inflación, como esperaba el mercado. El tipo principal, así, seguirá en el 4,5% (el nivel más alto desde mayo de 2001), mientras que la facilidad de depósito (el interés con que remunera el dinero que guarda a los bancos, el más relevante en el actual contexto) se quedará en su máximo histórico del 4%. Con todo, la primera rebaja parece estar cada vez más cerca.
«La inflación ha continuado descendiendo, gracias a la bajada de los precios de los alimentos y de los bienes. La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente están disminuyendo, el crecimiento de los salarios se está moderando gradualmente y las empresas están absorbiendo parte del incremento de los costes laborales en sus beneficios. Las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y las anteriores subidas de los tipos de interés continúan frenando la demanda, lo que está contribuyendo a reducir la inflación. No obstante, las presiones inflacionistas internas son intensas y mantienen la inflación de los precios de los servicios en niveles elevados«, ha argumentado la institución.
El consejo de gobierno, con todo, ha incluido por primera vez en su comunicado la posibilidad de bajar los tipos. «Si la evaluación actualizada del consejo de gobierno de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria reforzase en mayor medida su confianza en que la inflación está convergiendo hacia el objetivo de forma sostenida, sería apropiado reducir el actual nivel de restricción de la política monetaria. En cualquier caso, para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados, el consejo de gobierno seguirá aplicando un enfoque dependiente de los datos y en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, sin comprometerse de antemano con una senda concreta de tipos», ha apuntado.
Junio
Tras la última reunión del consejo del pasado 7 de marzo, su presidenta, Christine Lagarde, abrió la puerta a comenzar a recortar el precio del dinero en junio. «Estamos en este proceso desinflacionario y estamos logrando buenos avances hacia nuestra meta de inflación. Como resultado, tenemos más confianza, pero no la suficiente. Claramente necesitamos más evidencia, más datos, y sabemos que estos datos llegarán en los próximos meses. Sabremos un poco más en abril, pero sabremos mucho más en junio. Y es importante, porque dependemos de los datos», apuntó. En una
, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, dio un paso más: «Lo normal es que empecemos la reducción de los tipos pronto y junio podría ser una buena fecha para iniciarla».
Los analistas daban por descontado, en consecuencia, que la autoridad monetaria de la zona euro dejaría sin cambios los tipos este jueves, pero están a la espera de los mensajes adicionales que pueda lanzar la alta funcionaria francesa tras la reunión del consejo. Los expertos prevén hoy por hoy tres o cuatro recortes de tipos de 0,25 puntos porcentuales a lo largo del año, la mayoría coincidiendo con la actualización de las previsiones macroeconómicas del banco central (junio, septiembre y diciembre). Lagarde evitó hace un mes mostrarse muy concluyente, pero no lo descartó del todo. Admitió, así, que la visión actual del mercado está más en línea con la del BCE, pero subrayó que no se comprometía «con ningún ritmo ni magnitud» de bajada.
Margen de inflación
La evolución de la inflación de la zona euro apuntala la expectativa de que los tipos comiencen a bajar en junio. El IPC general del área bajó en marzo al 2,4% y el subyacente (sin los más volátiles precios de la energía y los alimentos) al 2,9%. En ambos casos, los datos fueron 0,2 décimas inferiores al nivel de febrero y algo más bajos de lo esperado por los analistas (2,5% y 3%, respectivamente). Cada vez está más cerca del objetivo del BCE (2% a medio plazo). Las únicas sombras en el horizonte son la subida del nivel de precios en Estados Unidos, que podría retrasar la primera bajada de tipos la Reserva Federal, y el reciente encarecimiento del precio del petróleo, aunque los expertos no creen que ambos factores sean suficientes hoy por hoy para desviar al BCE del rumbo esperado.
«Las presiones inflacionistas de la energía, debido al incremento de precio del petróleo, podrían reactivar la inflación en los próximos periodos. Por lo tanto, el BCE actuará con cautela manteniendo el foco en los precios de la energía y los servicios, que siguen inmóviles en torno al 4%. El mercado tiene unas previsiones positivas y presenta una probabilidad de bajadas de tipos en junio del 88%. Habrá que ver si el efecto de Pascua, los futuros precios de la energía y servicios, sin perder de vista los salarios, hacen mella en los datos de inflación previos a la reunión de junio», ha apuntado Jorge Borbón Gonzalo, analista de Ibercaja Gestión.
Efecto en crédito y depósitos
La expectativa del mercado de que el BCE comenzase a rebajar en primavera los tipos oficiales provocó que el euríbor se redujese desde el 4,16% de octubre al 3,609% de enero. Sin embargo, el mensaje de que era más probable que el recorte comience en verano hizo que el índice haya vuelto a subir, hasta cerrar en el 3,718% en marzo. Pese a ello, las cuotas de las hipotecas a tipo variable con revisión semestral ya han comenzado a bajar y las de revisión anual están moderando sus alzas y comenzarán a reducirse previsiblemente en los próximos meses, debido a la comparación con el más alto euríbor de hace un año.
Por su parte, el tipo medio de las nuevas hipotecas ha comenzado a bajar, anticipándose al previsible recorte de tipos del BCE (del 3,94% de octubre al 3,68% de febrero). Paralelamente, el tipo medio de los nuevos depósitos también ha comenzado a reducirse (del 2,58% de diciembre al 2,38% de febrero). Estas tendencias deberían proseguir si se confirma que el banco central baja los tipos, pero el proceso será más o menos rápido en función de cuándo comience a rebajar el precio del dinero y a qué ritmo lo haga.