El Monbus Obradoiro ha hecho entrega del premio del mejor jugador del mes de marzo Estrella Galicia a Thomas Scrubb. El alero, que cumple como una navaja suiza para los compostelanos sumando en todas las estadísticas y dando todo lo que necesita el equipo, repite premio esta temporada. Eso sí, el canadiense preferiría hacerlo en otras circunstancias, ya que el equipo se encuentra actualmente en puestos de descenso.
Una vez más fue la afición obradoirista la encargada de escoger a su candidato favorito a través de las redes sociales. Scrubb dominó las votaciones con un 75 por ciento de las selecciones. Artem Pustovyi fue segundo con el 18 por ciento de los votos mientras que Rigoberto Mendoza fue elegido por el 7 por ciento de los más de 250 votantes.
Thomas se mostró realmente contento de recibir el galardón en el que el obradoirismo vota entre tres jugadores del conjunto santiagués, mostrándose agradecido “a Estrella Galicia por el premio. Es un honor recibir el reconocimiento de ellos y de los fans. Estoy muy feliz”.
El canadiense fue preguntado por sus altibajos, los cuales parece que ha dejado atrás para recuperar su mejor versión: “Creo que he luchado un poco para empezar la segunda mitad de la temporada, pero ahora me siento mucho mejor y he aumentado bastante mi nivel. Así que estoy feliz de hacer lo que pueda para ayudar al equipo a vencer, pero creo que lo importante realmente es que el equipo empiece a ganar, así que creo que no puedo estar contento con lo que estoy haciendo, tengo que seguir intentándolo y seguir empujando”.
El jugador también habló sobre la debacle de Zaragoza, la cual lamentó al ser un partido en el que iban igualados y en el que le resulta difícil de explicar la desconexión del equipo en el último cuarto, considerando que podría ser a causa de “la combinación de estar cansados y frustrados, creo que nos impidió mantenerlo mentalmente. No puede suceder de nuevo”.
Scrubb también aportó sus claves para el próximo partido ante el Manresa: “Tenemos que desplegar la misma energía que despliegan ellos, siendo capaces de controlar el partido, de controlar el rebote y de evitar que corran en transición, porque ellos son muy físicos. Creo que esa es la manera que tenemos para optar la victoria”.
Después del ambiente vivido en el derbi ante el Rio Breogán y ante el Barça, Scrubb espera que la grada de Sar vuelva a poblarse para el tramo final de la temporada. Aun así, se mostró agradecido por el apoyo constante que recibe el equipo: “No me sorprende la gente. En los tres años que llevo aquí, hemos atravesado un montón de momentos duros y los aficionados estuvieron siempre con nosotros. Siempre nos apoyan. Siento que no necesitaremos pedirles nada, sino que nosotros tenemos que jugar muy duro para ellos en estos seis partidos que nos quedan”.
El alero explicó que, de cara al tramo final del curso, el equipo está preparado: “Es fácil encontrar una motivación para jugar estos últimos partidos. Tenemos que ser capaces de jugar más duro como equipo, ajustarnos a las jugadas, y tratar de que el rival se sienta incómodo en la pista. Debemos trabajar duro”.
En su tercer curso como obradoirista, fue consultado sobre cuál creía que fue su mejor año: “Es difícil quedarse con una temporada. Quizás en el primer curso he jugado mejores partidos, pero el segundo fue más consistente, tanto para el equipo como para mí, personalmente. A principio de esta temporada empecé bien, pero tuve el bajón a la par del equipo. Disfruto viniendo cada día a entrenar y afrontando los partidos para intentar ganarlos”.