Luis Rubiales no consigue sacudirse de encima a la Guardia Civil ni en el paraíso. Según los documentos a los que ha tenido acceso El Periódico de España, la Unidad Central Operativa (UCO) del Cuerpo consiguió que se autorizase una redada en el chalet que compartía en Punta Cana con Nene, su socio, amigo de toda la vida y también imputado en la causa. Entre lo que se encontraron allí, explica el informe de las autoridades de la República Dominicana, hay recibos que prueban que Rubiales compró un Porsche Macan hace apenas un mes.
La entrada, según ha podido saber este periódico, se produjo el pasado 1 de abril, diez días después de las detenciones y registros que llevó a cabo la Guardia Civil en distintos puntos de España y que afectaron tanto a particulares como a empresas, a la Real Federación Española de Fútbol o a la Junta de Andalucía.
Dos días despues de recibir la visita de la Benemérita en Punta Cana, Rubiales dijo en una entrevista en LaSexta que no tenía «ni la posibilidad de pagar una Coca-Cola», y, además, manifestó que para moverse por la isla tenía «un todoterreno de ocho años» al que no podía echar gasolina desde que le habían bloqueado las cuentas «hace un día».
Con esa frase del «todoterreno de ocho años», Rubiales podría referirse al Porsche Macan S blanco de 2016 que era de su propiedad desde hacía unas semanas y del que se tiene constancia de un primer pago por transferencia bancaria el 8 de marzo de este año. Los recibos incautados dan fe de un primer envío por 35.925 dólares (unos 33.450 euros), y un segundo por otros 882 dólares estadounidenses.
En total, las facturas hablan de más de 34.000 euros por el vehículo y otros 1.500 euros de seguro transferidos directamente desde una cuenta que tiene el expresidente en ese país. Curiosamente, Rubiales aseguró el vehículo un día antes de que la pieza secreta que estaban desarrollando en esos momentos la Guardia Civil y la jueza cristalizase en la redada del 20 de marzo que destapó la existencia de esta nueva vía de investigación.
Una redada a escala internacional
La cooperación de las autoridades de República Dominicana con la Guardia Civil se produjo, por tanto, gracias a la comisión rogatoria emitida por Delia Rodrigo, la jueza que instruye el caso en contra del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y sus supuestos colaboradores por presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales.
Además del material físico incautado, entre el que se encuentran documentos y dispositivos electrónicos, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda, Madrid, también pidió el bloqueo de cualquier cuenta bancaria que pudieran tener en República Dominicana los cuatro señalados por la Guardia Civil como presuntos protagonistas de la derivada de la trama en el Caribe: Luis Rubiales, Nene, Purificación Rufino (esposa de este último) e Israel Dorado, al que habrían utilizado para titularizar sociedades allí y llevar dinero en efectivo.
En la villa en la que entró la Guardia Civil estaba, además de Francisco Javier Martín Alcaide, alias Nene, y Luis Rubiales, un empresario granadino al que interrogaron en calidad de testigo las autoridades españolas cuando volvió al país. Su idea, enmarcada en esos planes que admitió el propio expresidente de la RFEF, era encontrar posibiliades de negocio en República Dominicana con la dupla de amigos.
Un USB con el logotipo de Gruconsa
Además de las facturas del Porsche y del Chevrolet Tahoe propiedad de Nene, el informe de la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo de la República Dominicana al que ha tenido acceso El Periódico de España también incluye la incautación de tres teléfonos móvil de Rubiales, dos del empresario y otros dos de Nene, así como un Rolex sin serial y hasta un USB con el logotipo de Gruconsa, la constructora favorecida presuntamente por la trama. Además, también habrían encontrado un documento de siete páginas identificado por los agentes dominicanos como «referente a cómo preparar una entre cuartada» —expresión que podría referirse a «coartada» o a «entrevista»—.
La hipótesis que sostiene la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil es que la ruta del dinero que llevaba los fondos de la RFEF hasta la República Dominicana pasaba, precisamente, por Gruconsa. Los proyectos conjuntos mientras Rubiales fue presidente habrían tenido múltiples destinos (China, India, Arabia Saudí…), pero no todos llegaron a materializarse.
Sin embargo, existe constancia de más de 3,8 millones de euros que fueron adjudicados a la empresa y que otro medio millón salió de las cuentas de esta para ir a parar a una sociedad que presuntamente Nene compartiría en la sombra con el propio Rubiales.