«En el barrio del Carbayedo se han producido en estos últimos días al menos cinco intentos de robo en comercios, negocios de alimentación y hostelería. Por esta razón esperamos una respuesta contundente y que se tomen las medidas necesarias por parte de las fuerzas de seguridad. Esto ya es repetitivo y crece la preocupación. Esto ya parece una quiniela, a ver quiénes van a ser los siguientes afectados. El clima es de inseguridad y la sensación de cabrero», señala el presidente de Disfruta Carbayedo, Raúl Blanco.
Los avilesinos de a pie consultados por este diario creen necesario igualmente «fortalecer la vigilancia», pero defienden que «Avilés es una ciudad segura». «Esta situación que vivimos ahora responde a momentos puntuales y pasan», señaló, por ejemplo, Pablo Castañón, de la asociación del centro.
En la Magdalena, por su parte, aprecian, una «escalada de robos» en los coches aparcados en la calle. «Ya hemos demandado una mejor iluminación en el parque de la Magdalena en primer lugar y, en general, más que una mayor presencia policial lo que haría falta es que los reincidentes que son bien conocidos por la policía no vuelvan a la calle después de pocas horas de ser detenidos. Ya que es imposible patrullar de madrugada todas las calles al mismo tiempo, se debería de eliminar el problema a la raíz, sea desde un punto de vista de apoyo social o de reinserción sana en el vecindario», dice el presidente de la asociación vecinal, Gianluca Limatola.
El último incidente en Avilés ocurrió la noche del lunes al martes. Un hombre ya detenido robó un autobús en las cocheras de una conocida empresa de transporte de pasajeros en Gijón, circuló hasta Avilés por un itinerario no concretado y, una vez en la avenida de Los Telares, embistió contra un semáforo que regula el paso en la calle de Concepción Arenal. Luego, siempre según las primeras pesquisas, se empotró con el autobús contra la puerta principal de una tienda especializada en bicicletas. Tras el alunizaje accedió a este negocio donde supuestamente robó una bicicleta valorada en más de 7.000 euros, según un trabajador del comercio afectado. Eran las 4.45 horas. Fue detenido en Álvarez Gendín.