Marruecos dicta la política exterior española

Tras la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso de los Diputados, de forma previa a la sesión de control y para rendir cuenta de los acuerdos alcanzados en la última reunión del Consejo Europeo, Santiago Abascal le ha reprochado al socialista que no controla la política exterior española. Lo ha hecho una vez Sánchez ha defendido una actuación externa «ambiciosa y coherente» ante una coyuntura geopolítica cada vez más «inestable». Especialmente a las puertas de la Unión Europea, con la amenaza rusa en Ucrania. Asimismo, ha recalcado que muchos países del entorno europeo están sufriendo la guerra, el terrorismo o «virando a formas más autocráticas» de gobernanza.

Como réplica, el líder de Vox, que busca marcar perfil exterior frente al PP de cara a las elecciones europeas de junio, ha arremetido desautorizándole en sus competencias y las del Ejecutivo en cuanto a la gestión internacional. Para Abascal, habría sido «más fácil que Marruecos fuera al Consejo en lugar de Sánchez, ya que es quien dicta la política exterior de España desde allí». Y así se lo ha preguntado al mismo tiempo al presidente, que no protagonizará las correspondientes réplicas a todos los intervinientes hasta el término de la sesión. La crítica realizada se enmarca dentro del giro del Gobierno de coalición desde hace un par de años en lo que corresponde a Marruecos, las fronteras y la situación y el futuro del Sáhara. «Lo cierto es que en el Consejo se han tratado temas muy importantes, pero acude un presidente débil del que se ríen hasta sus socios». No ha matizado si nacionales o internacionales.

Tras ello, Abascal ha entrado de lleno en la cuestión saharaui. «Es una evidencia que los aliados más radicales [en referencia a Sumar, ERC o EH Bildu, entre otros] de Sánchez, los que imponen la política nacional, ni se han atrevido a discutirle la posición con el Sáhara», ha recalcado. Ha continuado el presidente de Vox preguntándose «cómo es posible que los independentistas y los comunistas, amigos del pueblo saharaui, no le exijan una explicación«. «Es extraño, porque han conseguido todo: indultos, cambios en el Código Penal, una amnistía…». «Es muy sencillo», ha concluido: «Saben que esas cosas no las decide Sánchez». Lo cierto es que ayer Sumar preguntó al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, sobre una cuestión relacionada: las «maniobras ilegales» de Marruecos en aguas saharauis.

Arremete contra la visita a Cuelgamuros y la amnistía

Las otras dos cuestiones que han primado en la intervención de Abascal han sido la amnistía y la Memoria Democrática. Por un lado, el político de Amurrio ha señalado que «Sánchez se siente acorralado» por la «corrupción política» que supone la ley de amnistía, un «favor criminal a cambio de votos para lograr su investidura». Cree que, por ello, Sánchez acabará siendo juzgado. También le ha acusado de ser «el capo de la corrupción económica» a cuenta de la trama Koldo, por las comisiones de la compraventa de material sanitario obtenidas por acuerdos con diferentes administraciones de control socialista por entonces. Aunque el sumario de la causa abierta por la Audiencia Nacional no especifica que Sánchez esté vinculado, cabe reseñar.

Al margen del discurso antiglobalista, perfilado para las europeas, Abascal ha puesto de relieve el tema de la Memoria. Lejos de defender la propuesta conjunta de alternativa a las leyes socialistas, presentadas con el PP bajo el marco de ‘leyes de concordia’, el dirigente de Vox se ha centrado en cuestionar la última visita de Sánchez al Valle de Cuelgamuros. «Se saca fotos con restos mortales en una contienda civil fratricida a los que no han mostrado ningún respeto para exhibirlos en las pantallas de todos», le ha criticado. Y no solo eso, ha remarcado que las víctimas son consecuencia la acción del «PSOE en el siglo pasado«. Abascal cree que Sánchez está dispuesto «a todo» con tal de que no se hable de la corrupción, «hasta posar con calaveras».

A cuenta de ello, ha lanzado un dardo a Feijóo vinculando el asunto con las negociaciones de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que tutela y en las que media Europa. Y en las que ya se llega tarde. «Señor Feijóo, ¿pactará con el de las calaveras para repartirse el gobierno de los jueces?».