La expresidenta cesada de RTVE, Elena Sánchez, negoció personalmente con David Broncano su fichaje e intentó persuadirle para sellar un contrato sólo por una temporada, sin que el presentador de La Resistencia garantizase su salto a la cadena pública en esas condiciones. El fichaje se decidirá este miércoles en una reunión del Consejo de Administración donde es decisivo el voto de Sánchez.
La operación sólo saldría adelante con su ‘sí’ o en caso de que se ausentara a la reunión. Su principal condición para dar su aopyo es que el contrato se limite a un año, más allá de que pudiera prorrogarse en caso de cumplir unos requisitos de audiencia. Una idea que sin embargo ella misma trasladó al presentador sin que éste llegase a aceptar los términos de ese eventual contrato.
La propuesta que se votará este miércoles consiste en un contrato de dos años por valor de 28 millones, con un mínimo de 155 episodios por temporada –87.975 euros la unidad-, y con 18 meses donde el programa no podrá ser cancelado, independientemente de sus índices de audiencia. El voto de la expresidenta será clave, una vez descartada la posibilidad de que la apoye José Manuel Martín Medem, el consejero propuesto por Unidas Podemos y militante del PCE -hoy integrado en Sumar-, que había reclamado un modelo de coproducción que rebajara los actuales 14 millones al año.
Negociación Sánchez-Broncano
El fichaje lleva casi un mes paralizado, desde que el 11 de marzo la propia Sánchez frenase por sorpresa el contrato inicial, de tres años y 42 millones. La negociación llevaba en marcha desde diciembre de 2023, y hasta entonces el encargado de liderar las negociaciones con Broncano había sido José Pablo López, el que fuera jefe de Contenidos de RTVE. Tras rechazar esa primera propuesta, fue la entonces presidenta quien tomó las riendas de la negociación con el presentador, con quien se reunió personalmente para abordar las condiciones de su fichaje.
Broncano pidió a Elena Sánchez aprobar el contrato en RTVE antes de tomar una decisión en firme
En esa reunión, Sánchez le planteó un contrato por una temporada, y el presentador habría evitado garantizar su firma a esa propuesta, pidiéndole que primero se tomase una decisión en la cúpula de RTVE, y que una vez que hubiera una propuesta en firme, tomaría una decisión al respecto. Desde la productora del programa, El Terrat (Mediapro), consultados por este medio, evitan hacer comentarios sobre las negociaciones en curso.
Ella misma dio cuenta de la negociación con David Broncano en la siguiente reunión del Consejo de Administración el pasado 26 de marzo, donde Sánchez reconoció que el conductor de La Resistencia «no aceptaría un contrato de un año», y justificó la firma de un contrato a dos años para garantizar su aceptación, según diversas fuentes de la corporación.
La propuesta nunca llegó a debatirse, puesto que el encuentro saltó por los aires después de que Sánchez cesara al director de Contenidos, con quien mantenía un enfrentamiento abierto, y después de que ella misma fuera cesada por los dos consejeros de PSOE, el del PNV y el de Podemos. En la última reunión del pasado jueves la actual presdienta interina, Concepción Cascajosa, suspendió la votación y pidió informes a la SEPI y a la Abogacía del Estado ante las dudas jurídicas por la ausencia de Elena Sánchez, que se ausentó por enfermedad.
Las dos únicas vías
El fuerte interés de Moncloa por este operación para tener un contrapeso mediático a El Hormiguero, de Pablo Motos, desató una pugna en la que todo apuntaba a que el fichaje del presentador de La Resistencia se aprobaría de una manera u otra. Pero el informe de la Abogacía del Estado parece complicar las opciones. Sólo hay dos vías para que se dé luz verde a la operación, y todas pasan por Elena Sánchez, que debería votar a favor para sumar la mayoría absoluta necesaria -en un consejo de nueve miembros-, o su ausencia a la reunión, para reducir el quórum de la reunión y permitir que saliera adelante sólo con los cuatro votos que tiene asegurados.
La primera es que Sánchez diese su ‘sí’, algo que sólo ocurrirá si el fichaje se limita a una temporada, unas condiciones que ni siquiera tienen asegurada la aceptación de Broncano. A día de hoy sólo están a favor la presidenta Cascajosa, el consejero del PSOE, Ramón Colom, el del PNV, Juan José Baños, y el afín a Podemos, Roberto Lakidain. La propuesta cuenta con la oposición de los tres consejeros del PP –Jenaro Castro, Consuelo Aparicio y Carmen Sastre-; y la duda de Martín Medem, del PCE -hoy Sumar-, que no apoyará la propuesta actual y se sitúa entre el no y la abstención.
La segunda vía para que se apruebe es que Elena Sánchez vuelva a ausentarse de la reunión y sólo asistan ocho consejeros. En ese caso, según ha expuesto la Abogacía del Estado, Cascajosa podría hacer valer su voto de calidad para decantar la balanza y aprobar la operación con cuatro votos -en lugar de cinco-. Es decir, si el desenlace es el mismo que el de la última reunión, donde Sánchez faltó y se contaron con cuatro apoyos, esta vez sí se aprobaría el polémico fichaje de Broncano, poniendo así fin a una de las mayores crisis institucinales vividas en la corporación pública.