La antigua rula ha rejuvenecido. El «lifting» ha supuesto una inversión de más de 800.000 euros financiados, en parte, con cargo a los fondos europeos Next Generation y ha transformado las viejas naves, en desuso desde 2008, en cuatro locales de entre 200 y 600 metros cuadrados con accesos independientes y muelle de carga. Estos espacios los ocuparán empresas ligadas al sector pesquero y la transformación del pescado: empresas conserveras, talleres para embarcaciones, afectos navales, frío industrial…. De hecho, las naves se adecuaron conforme a las peticiones que realizaron en su momento diferentes empresas interesadas en ocupar estos espacios a pie de Conde Guadalhorce, según explicó el presidente de la Autoriad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega.