El gobierno de Ingenio ha dado vía libre a la licencia municipal para que la energética Naturgy inicie la implantación en terrenos de El Burrero de su segunda planta de placas fotovoltaicas (Gran Canaria III), de mayor extensión que el primer parque solicitado por la multinacional, que obtuvo el permiso municipal tras una polémica que finalizó con la dimisión del anterior alcalde José López, por su férrea oposición a estos proyectos. «Solo cabe su concesión por imperio de ley» alegó el nuevo gobierno tras su aprobación, aunque la alcaldesa Vanesa Martín no pudo votar por estar recusada y el edil de su propio partido, Francisco Javier Espino, se abstuvo.
La junta de gobierno formada por los portavoces del bipartito Forum Drago-NC y Somos PP, sacó adelante en su último encuentro el 1 de abril, la propuesta de concesión de licencia urbanística a Naturgy Renovables SLU para la ejecución del proyecto Planta Fotovoltaica Gran Canaria III de 5,8 MWp en varias parcelas afectadas en el terreno de El Burrero, en una superficie de 63.200 metros cuadrados. Según los datos facilitados por concejal de Urbanismo de Ingenio, Rayco Padilla, del PP es la segunda que empezará a construirse junto a la planta solar fotovoltaica Telde III, de 2,79MWp en una superficie de 53.833 metros cuadrados «que ya se encuentra en ejecución». En total, ambos parques se ubicarán en una superficie de 117.000 metros cuadrados y generarán 7.97 MWp.
«Las licencias municipales son actos reglados», indicó ayer Padilla, también primer teniente de alcalde, que forma parte del bipartito Forum Drago-NC con Somos PP. «Si cumplen con los requisitos, como es este caso, con declaración de interés público y social del Cabildo de Gran Canaria solo cabe su concesión. Por imperio de ley». El edil declinó hacer más declaraciones respecto a si el grupo de gobierno está de acuerdo o no con los dos parques fotovoltaicos de el barrio costero de El Burrero.
La alcaldesa, recusada
La reunión de portavoces del gobierno que dio vía libre al segundo plan de Naturgy obligó a ausentarse de la sala a la actual alcaldesa Martín, sobre la que aún pesa la orden de «mandatada a la abstención» por la energética Naturgy. Se abstuvo el miembro del mismo partido de la alcaldesa y que fuera mano derecha del anterior regidor, Francisco Javier Espino. Según el portavoz de Somos, Sebastián Suárez, este voto «no esconde nada detrás, lo hizo por sus ideas personales», en referencia a saltarse el voto favorable de su partido y restar peso a la idea de sus posibles vínculos con el anterior regidor.
La postura contraria del anterior alcalde, José López (Forum Drago), fue precisamente uno de los detonantes que le llevó a una dimisión forzada desde su propio partido y grupo de coalición en febrero. Cabe recordar se vio envuelto en una fuerte polémica social y de gobierno por su negativa a otorgar la licencia municipal al primer parque Telde III de la multinacional Naturgy en El Burrero, a pesar de que esta planta contaba con todos los certificados municipales técnicos favorables además de la declaración de interés público y social insular.
López argumentó su negativa a la carencia de terreno en el municipio por su afección por la servidumbre aérea o el perjuicio que podría ocasionar ese «amasijo de hierros y cristales» en futuras urbanizaciones. Más tarde se destapó que estas plantas colindaban con un diseño de urbanización de lujo en terrenos propiedad de la familia del propio edil. Naturgy lo recusó (mandatado a la abstención en cualquier tema relacionado con sus plantas) por sus posibles intereses. Por eso continúa la figura de la recusación impuesta por Naturgy a la actual alcaldesa, Vanesa Martín, por sus vínculos con una empresa de López. Finalmente, López cesó de su cargo sometido también por las presiones de sus compañeros de partido, Forum Drago y sus socios de gobierno que dejaron claro que «las leyes debían cumplirse».
Juan García (i.) y Antonio López, ayer en El Burrero. / Pepa Pallarés
«Las voy a instalar yo»
Los vecinos y asiduos a El Burrero reaccionaban ayer sin mucha importancia a la implantación de un nuevo parque solar la energética Naturgy aunque sus opiniones eran dispares.
Juan García, que pertenece a la junta directiva de la asociación San José Obrero asiduo al Burrero se mostró a favor de las placas. Es más «me han dado idea, porque las vamos a instalar en el centro y la energía que no gastemos, la vendemos». Yo lo veo positivo ¿Cómo que no?», respondía a un funcionario municipal que mostraba su postura contraria a estas plantas: «Vamos a ver ¿Te van a bajar el precio de la luz, verdad que no? Entonces para qué quiero eso ahí? Es un monopolio de las energéticas estas. Aquí solo hay un pollo con los intereses de unos y otros. Uno con la urbanización de lujo y estos con las placas con las que solo ganan ellos. Bueno, igual cortan algo el terrerío que se levanta en verano».
Entre el grupo que se formaba entre residentes y visitantes saltó Juan García: «Esto es los mismos que el cable, al final acabarán destrozando el entorno y los caminos y a nosotros nada nos toca de bueno».
Otro vecino llamado igualmente Juan García, que vive a escasos metros del linde de uno de los parques fotovoltaicos en la zona norte dijo bien claro que «a mi eso qué me va a molestar, en absoluto. Ni caso a toda esta polémica».
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