El Fútbol Club Barcelona dio la gran sorpresa de la ida de los cuartos de final de la Champions League y se impuso al Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes. Con Raphinha como líder sobre el terreno de juego, el conjunto de Xavi Hernández dio un paso de gigante para estar en las semifinales del torneo.
El PSG, que partía como gran favorito en la eliminatoria, volvió a encontrarse con los fantasmas del pasado y concedió demasiado en las dos áreas. Donnarumma fue el principal señalado en los franceses con sus acciones en el área del equipo de Luis Enrique. Regaló el primero y estuvo poco afortunado en el tercero.
De este modo, el Barça se lleva un triunfo importantísimo y que les llena de moral en un punto clave de la temporada antes de traer la eliminatoria de vuelta al Estadio de Montjuïc. Un triunfo sufrido, pero que supo mejor que nunca al equipo de Xavi Hernández, que regresó con éxito a unos cuartos de final.
El fallo de Donnarumma
La reiterada ausencia del Barça en los últimos años en los cuartos de final de la Champions League provocó que el equipo de Xavi Hernández saliese algo atenazado al Parque de los Príncipes. Sucumbieron en los minutos iniciales al aluvión del PSG comandado por Dembélél y Mbappé.
El conjunto local se dedicaba a explotar las bandas, pero un fallo de concentración atrás estuvo a punto de costarles el primer tanto del partido. Raphinha se quedó solo ante Donnarumma tras un saque largo de Ter Stegen y solo la rapidez del guardameta italiano evitó que marcase casi a placer.
El paso de los minutos parecía darle la razón al gran favorito sobre el papel, el PSG. Las llegadas de Mbappé, Dembélé y Asensio les metieron el miedo en el cuerpo. Solamente los errores atrás del equipo parisino le daba algo de alas al equipo de Xavi Hernández.
De buenas a primeras, el guión del partido cambió. Raphinha y Lewandowski, que hicieron la guerra por su cuenta durante muchos minutos, comenzaron a generar en ataque. El delantero polaco tuvo en su cabeza la oportunidad de marcar a la salida de un córner. Un testarazo suyo superó a un mal Donnarumma, pero Nuno Mendes apareció como una exhalación para sacar la bola bajo la línea.
El nombre de Donnarumma comenzaba a pronunciarse en exceso y, tras varias jugadas poco acertadas, el portero italiano del PSG cometió un fallo inexplicable para un jugador de su talla. No acertó a meter con fuerza la mano en un centro lateral de Lamine Yamal y le cedió en bandeja el gol a Raphinha. El brasileño no perdonó y puso el primer gol del encuentro en la recta final de la primera parte. Saltaba la sorpresa en París.
El Barça se echó para atrás y el PSG, a través de Mbappé, quiso recuperar su papel en el terreno de juego. Intimidó con varios acercamientos y con un tiro de Marco Asensio que atrapó con algún problema Ter Stegen, pero el conjunto culé tuvo la sentencia antes del descanso. Lamine Yamal se quedó solo en un contragolpe y su tiro, algo escorado, se fue demasiado desviado. En el corazón del área le reclamó el balón Lewandowski, pero no hubo tiempo para más.
Minutos frenéticos
Luis Enrique se vio obligado a cambiar el esquema para darle la vuelta al encuetro. Retiró a Asensio y metió a Barcola. Sobre el papel, la fórmula fue exitosa. En apenas tres minutos le había dado la vuelta al encuentro y tenía a su equipo por delante en el marcador.
Dembélé fue el primero en golpear tras una acción que él mismo había comenzado. La defensa del Barça no despejó con contundencia y el ‘Mosquito’ lo aprovechó para sacar un misil a la escuadra de Ter Stegen. Era el empate. Sin tiempo para recuperarse del golpe, el Barça encajó de nuevo. La fragilidad defensiva hizo acto de presencia y eso dio opción a que Vitinha se colase en el área culé. Definió fuerte y abajo ante Ter Stegen.
Bradley Barcola tuvo la sentencia cuando el Barça estaba completamente ‘KO’. El jugador del PSG disparó con violencia y solo Ter Stegen y la madera evitaron el tercero de los parisinos. Después de unos minutos de respiro, Xavi decidió dar entrada a Pedri y la magia del canario cambió el rumbo del encuentro.
Un pase de cuchara suyo dejó prácticamente solo a Raphinha ante Donnarumma y ante la pasividad de la defensa del PSG. El brasileño, en estado de gracia, no perdonó al primer toque. Quedaba algo menos de media hora y el encuentro estaba completamente abierto.
Xavi optó por mover el banquillo y cambiar el plan de juego. Quiso buscar control con Christensen y mordiente con Joao Félix en el ataque. La realidad es que el primero fue el autor del gol decisivo. Apenas habían pasado unos segundos desde su entrada al terreno de juego cuando cabeceó un balón en el área chica y batió a un hundido Donnarumma.
El partido se convirtió en un correcalles durante el último tramo. El Barça buscó aprovechar la salida arriba del PSG y los locales se volcaron sobre la portería de Ter Stegen como si no hubiese un mañana. Dembélé tuvo el empate en sus botas con un colocado tiro al palo y Mbappé gozó de una ocasión clarísima en el descuento. Ni uno ni otro lograron marcar y el conjunto culé se vuelve para Montjuïc con una ventaja crucial para la vuelta de los cuartos de final.