«Lo que más me gusta de trabajar con ellos es que no cuestionan nada. Yo me lanzo a la piscina y ellos lo hacen detrás de mi. No ponen barreras y no tienen prejuicios. Son creativos, les encanta escribir, proponer cosas y nunca van con el no por delante». De esta forma describe Ragüel Santana, director y profesor del Grupo de Teatro Inclusivo de Aspercan en Gran Canaria, a los once alumnos de diferentes edades que le han acompañado a lo largo de estos tres años, cuando le propusieron crear esta compañía de teatro de personas con Asperger.