No es José Ramón de la Morena un periodista que se haya caracterizado por la autocensura. En su extensa carrera ha destacado precisamente por la expresión libre de sus comentarios e ideas sobre el resto. Una verborrea que amplificó en los tiempos de su encarnizada lucha radiofónica con José María García. Pero de lo único que se arrepiente, tal y como explicó en la presentación de la red social Feeberse, es de haberse fiado de Luis Rubiales.